Las grullas suelen "traer el frío", la punta de su migración se produce a principios del mes de Noviembre y estas fechas en Alava son sinónimo de frío, sin embargo este año las grullas traen el calor, temperaturas máximas de 20 grados han contrastado con el avistamiento de estas aves en la Llanada alavesa.
El Viernes eran tres las grullas que pararon un par de horas en Salburúa, esta familia.
En Garaio la sensación era la de los mejores momentos grulleros vividos en años pasados, Daimiel, Gallocanta, Cabañeros, Doñana, nada que envidiar a la llegada al improvisado dormidero alavés. muchas instantáneas para el recuerdo, van unas cuantas,..
Además de grullas también me topé con un enorme bando de avefrías, estas llevan el frío en su nombre, ave emblemática de la llegada del invierno, se me hacía extraño su observación en manga corta.
Mezclado con ellas un bando de estorninos pintos engordaba la nube de aves.
Un extraño entre las avefrías, un combatiente que seguramente compró un billete en vanellus airlines.
Aun continua el calor, a la par de estas lineas el termómetro me sorprende con sus 20 grados a estas alturas de la noche, un otoño cálido a las puertas del invierno.Espero que la excepción sea "normal" y no se instale permanentemente en nuestra vida.
Eso es todo por el momento, muchas gracias por visitar el blog, un saludo y hasta pronto.