Avicena refuta con un sencillez asombrosa la tesis de que se da un regreso al infinito en la sucesión de causas y efectos. Escribe:
En el agregado de una serie infinita de causas y efectos o bien todos los miembros de la serie serán efectos o bien algunos de ellos no serán efectos.
- Si todos fueran efectos, todos tendrían una existencia posible, al depender de una causa y no de sí mismos, por lo que, puesto que existen por otro, necesariamente presupondrían una causa incausada fuera de la serie.
- Y si no todos fueran efectos, al menos uno de ellos sería una causa incausada, de lo que resulta que la serie no sería infinita, en contra de lo que se ha asumido.