El otro día recibí el número 98 (septiembre-diciembre de 2022) de Avisos, el boletín de noticias de la Real Biblioteca, que he venido recibiendo desde su primera entrega de marzo-mayo de 1995. Traía entre sus dos pliegos una tira de papel: «Estimado lector: Este es el último número publicado en papel de Avisos. Noticias de la Real Biblioteca. A partir del número 99 se mantendrá únicamente la versión digital». Lo lamento. Reconozco que es lo natural ya para este tipo de publicaciones especializadas, que abaratan costes y garantizan una difusión insuperable; pero me gustaba recibir cada tres meses —últimamente cada cuatro— los ocho páginas de buen papel impresas y decoradas con esmero que han ido haciendo una colección que, si la encuaderno —razón hay ahora que deja de imprimirse—, ocupará un tomo de no más de seis centímetros. Antes de eso, he de llenar las pocas faltas que tengo y que coinciden con las del año de la pandemia, en el que solo una entrega —núm. 90— se vio afectada: «El presente número de Avisos se publica únicamente en línea. Una vez que se hayan superado las restricciones y medidas de seguridad derivadas de la crisis Covid-19, se continuará con la tirada en papel y el correspondiente envío a los suscriptores de la revista». Ya me pasó y lo anuncié aquí cuando reseñé esta publicación que siempre me ha entusiasmado. Los Avisos fueron impulsados por la que fue directora de la Real Biblioteca, la expertísima historiadora del libro Mª Luisa López-Vidriero, hasta su jubilación; y la llegada a la dirección de la RB en mayo de 2022 de la directora actual, la arabista Nuria Torres Santo Domingo, me da que tiene algo que ver con este cambio después de veintiocho años y casi cien números que se pueden consultar cómodamente, desde el primero hasta el que me ha llegado hace días, en la página web de tan esmerado boletín. Y que nadie tendrá ya necesidad de encuadernar.