Es un animal bastante común en las sabanas del centro y sur de África.
La mayor parte de su plumaje es de color gris, con una cresta negra en la cabeza. Ambos sexos son de aspecto similar, con variaciones individuales. Tiene un cuello bastante largo, patas largas, su cuerpo es robusto y el pico corto.
En la evolución ha perdido los dos dedos traseros que junto con su tipo de camuflaje críptico son una adaptación al paisaje abierto y seco en el que habita.
La primera vez que vi al macho hacer la parada nupcial me quede boquiabierto y eso que estoy acostumbrado a la aparatosa "rueda" de nuestra avutarda común (Ardeotis tarda), la diferencia está en que la kori llega a medir 1,5 m. de altura, 40 cm. mas que la nuestra. Su envergadura alar es de 2,7 m. Con estas dimensiones ya puedes hacerte una idea de como es de grande.
Es un animal bastante silencioso, pero cuando se alarma, emite un fuerte sonido muy parecido al ladrido de un perro.
Ave omnívora. Para alimentarse se desplaza de manera lenta para encontrar alimento que pueden ser insectos, moluscos, lagartos, camaleones, pequeños mamíferos, huevos o pollos de aves, etc. Los vegetales también son una parte importante de su dieta semillas, bayas, raíces, bulbos, flores, hojas...
Como curiosidad destacar que se ha publicado que le gustan los lugares que se han incendiado para buscar alimento donde pueden incluso llegan a carroñear.
Mantiene una simbiosis con el abejaruco carmín (Merops nubicus), quien con frecuencia se posa en su espalda, mientras la avutarda se alimenta espanta algunos insectos y el abejaruco aprovecha para capturarlos. Ella se beneficia de que los abejarucos la alertan de la cercanía de predadores.
Esta especie la podemos encontrar en zonas cubiertas de hierba, lugares arenosos y herbazales bajos generalmente se encuentra cerca de grupos aislados de árboles o arbustos. Llega a vivir en lugares semideserticos a mas de 40 km. de una fuente de agua.
Vuelan sólo cuando es necesario (debido a su peso), solo si se sienten en peligro. Pasan mas de un 80% de su vida en el suelo.
Para poder fotografiarlo hay que tener en cuenta que es un animal bastante desconfiado y siempre está alerta.