Ayer hizo exactamente veintiún años en que Barcelona se vestía de gala para saludar al mundo con un “Hola” grande, colorido y universal.
Fuente: Internet
Con la intención de recordar aquellos momentos tan fabulosos, regresé nuevamente a Montjuic. Y que mejor excusa para hacerlo que ir a participar como espectadora de los XVº Campeonatos Mundiales de Natación, que se celebran estos días en Barcelona.
Por la mañana, aprovechando el fabuloso día de sol que estaba haciendo, me dejé caer por la playa de Icaria, y con esa excusa, volví a pasar por el edificio donde teníamos el cuartel general los Voluntarios (que curiosamente está situado en la calle de Salvador Espriu), por el Centre de la Vila donde estaba la mayoría de oficinas y el restaurante, la residencia donde se alojaron mis chicos de Gambia y, evidentemente, aunque por aquel entonces todavía no se conocía con esos nombres, la plaza dedicada a los campeones y la plaza que nos dedicaron a los voluntarios.
Por la tarde fue el turno de Montjuic. Como mi destino era el Estadi de Sant Jordi, el recorrido lo inicié al contrario del que seguí el 25 de julio de 1992.
Mi primera parada fue el Estadio Olímpico, que ayer estaba abierto al público. Lucía altivo e impotente, tal y como lo recordaba.
Siguiendo el periplo de lugares relacionados con aquel día, pasé por el Museu Olímpic i de l'Esport. La verdad es que en julio del 92 todavía no se había creado, pero parte del contenido de sus colecciones corresponden a diferentes elementos que formaron parte de aquella entrañable Ceremonia de Inauguración. En la entrada me tope con nuestro siempre polémico y añorado Cobi, y en frente a la puerta de entrada me topé con una estatua que no podía faltar, y que tampoco hace falta explicar…
Un poco más abajo, dirección hacia el mar, quedaba la Piscina Municipal de Montjuic, desde donde se toma un punto de foto de Barcelona que desde el 92 ha dado la vuelta al mundo... Como ayer no formaba parte de la ruta y no llegué a acercarme, creo interesante incluir un post que las chicas de Barcelona Colours han publicado en su blog sobre ese lugar, con el sugerente título de "Un salto con vistas de pájaro", y que me tomo la libertad de incorporar en este post.
De camino ya hacia el Palau de Sant Jordi, mi destino de ayer y punto de partida en la tarde del 25 de julio de hace veintiún años, me pasé por el Planet Water Village, un espacio creado por y para el lucimiento de los patrocinadores de los Campeonatos de Natación, con la finalidad de ser el centro neurálgico de las relaciones sociales del evento durante estos días. Solo hay que recordar que dentro del protocolo deportivo, los patrocinadores ocupan un lugar muy destacado, a continuación de los organizadores y las autoridades, porque "poderoso caballero es don dinero". ¡La verdad es que hacía un sol de infierno!
Finalmente accedí al interior del Palau de Sant Jordi, en donde han construído una impresionante piscina para celebrar las competiciones de natación y de natación sincronizada, y de esta manera complementar las instalaciones de la Municipal de Montujuic, destinada a saltos, las Picornell para waterpolo, y las instalaciones desmontables quese han construído en el Puerto de Barcelona para albergar las competiciones de aguas abiertas y saltos de gran altura.
Nada más entrar, mi mirada recorrió las graderías y me dejé transportar por el recuerdo… Las gradas que ahora ocupaban seguidores entusiasmados con banderas de sus respectivos países, hace veintiún años las ocuparon entusiasmadas delegaciones deportivas, ansiosas de empezar a competir, y que problemas tuvimos los asistentes y voluntarios para mantenerlos sentados en su respectivo lugar hasta que llegó el gran momento de incorporarse al desfile inaugural...
Pero ipso facto volví a la realidad. Estaba presenciando la Final de Dueto Libre de natación sincronizada, y tenía que disfrutar el momento. Ona Carbonell y Marga Crespo se jugaban ganar una nueva medalla, como así fue… Finalmente ganaron el bronce, tras la pareja rusa y la pareja china.
Pero os seré franca, a mi la actuación que más me entusiasmó fue la de la pareja japonesa con una pirueta en el aire, impulsada desde el interior de la piscina. Sencillamente ¡alucinante! ¡Qué se le va a hacer!
Aquí os dejo una selección de imágenes de las actuaciones y de la ceremonia de entrega de premios. No son imágenes profesionales, pero no acaban de estar demasiado mal.
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