Gregory House quiere ser feliz sin dejar de ser quien es. Tampoco quiere dejar de ser brillante. Y quiere ser feliz porque ¿qué caso tiene hacer sentir a los demás miserables si lo eres tú también? Esta es la encrucijada: cómo ser bueno sin ser tonto y cómo ser feliz siendo bueno.
Spoilers de toda la sexta temporada hasta su season finale.
La sexta temporada de House M.D. empezó con unos efectivos créditos que nos iban mostrando la primera etapa de desintoxicación del Vicodin y el síndrome de abstinencia al que se enfrenta el cuerpo de Greg al no tomar la droga. Pero este prólogo no daría inicio a una temporada como todas porque la adicción al Vicodin no es el tema. Su problema es más profundo. Cuando cree que puede abandonar el psiquiátrico y seguir adelante con su vida como la conoce, el Dr. Darryl Nolan, terapeuta de la clínica, quiere que finalice correctamente con el tratamiento y para eso lo chantajea: no le dará la recomendación que necesita para ejercer nuevamente la medicina, si él no se queda y enfrenta sus problemas como un hombre.
¿Y qué hace House? Obviamente jugar bajo sus propias reglas tratando de conseguir esa recomendación por cualquier vía, menos la que debería. Hasta que entiende que debe cambiar el enfoque y rendirse. Y pedir ayuda.
Y hago esta pequeña introducción sobre el inicio de la temporada porque a partir de allí el camino de House cambió, pese a que su forma de hablar seguía siendo la misma, pese a que cada cosa que hacía parecía seguir en la línea de conseguir que todos hicieran su santa voluntad. Los detalles eran mínimos, claro, y a veces venían envueltos en capítulos autoconclusivos que la mayoría odia. Y después por eso se están quejando. Hay que ver estos capítulos y disfrutarlos, y más esta temporada que los casos han estado siempre relacionados con la condición de House o alguno de los otros personajes, a veces hasta forzadamente, porque ellos son los que nos arrojan luces sobre lo que va pasando en el fondo.
Así, con House solo, abandonado, incluso por Cameron al haber dejado el hospital y su matrimonio con Chase, llegamos al final de temporada. ¿Para qué tanto esfuerzo por ser bueno? Se siente más miserable que antes. Cansado de hacer las cosas bien y no haber logrado su objetivo de ser feliz, decide dejar la terapia.
Y es entonces cuando el edificio se derrumba y Gregory se encuentra atrapado entre los escombros de lo que trató de construir desde que salió del psiquiátrico. Aquello que ama está afuera, siendo feliz, y él está a punto de renunciar a todo. Lo que sucede en verdad es que una paciente se encuentra imposibilitada de salir del derrumbe porque su pierna está atascada y Gregory se queda acompañándola y calmándola, mientras nos deja ver su frustración sobre su propia vida. House insiste durante todo el capítulo en que Cuddy lo quiere, que le importa todavía. Que le oculta lo del compromiso para no hacerle daño, que no lleva el anillo porque no se quiere casar. Cuddy desmiente todo... hasta casi hacérnoslo creer a nosotros. Pero su mirada no nos engaña.
Cuddy también ha estado luchando contra lo que siente y después de ver a House al desnudo hablándole a la paciente que eventualmente muere a causa de una embolia luego de amputarle la pierna, va a buscarlo donde sabe que estaría: en su apartamento a punto de volver al Vicodin. No se le lanza encima a evitar que vuelva a consumir, pero sí le dice que lo ama y que lo ha dejado con Lucas. Oh, qué déjà vu con el final de temporada pasado, pero esta vez House no está drogado y todo lo que sucede parece estar sucediendo en verdad: él es el hombre más arruinado del mundo y aún así ella lo quiere y desea descubrir si pueden hacer que funcione. El trato se cierra, cómo no, con un beso. Un beso muy esperado, por cierto, pero que a mí me tomó por sorpresa.
Como ya he dicho en twitter, hay películas enteras que son inferiores a algunas secuencias de este episodio, filmado con una exquisitez de planos, montaje y sonorización que hacen que cada detalle cuente. Ahora hay que esperar a ver qué nos preparan los escritores para la séptima temporada pero yo confío ciegamente en ellos.
Yo la veo porque es una serie supremamente inteligente, intensa, divertida y entretenida sobre un hombre que está profundamente equivocado pero que poco a poco se va entregando al peso de sus errores y ver esta transformación ha sido sencillamente emocionante.
P.D. Olivia Wilde se ausenta un par de meses de las grabaciones porque fue fichada por la misma Fox para la adaptación cinematográfica del comic Cowboys & Aliens (junto a Daniel Craig, Harrison Ford y Sam Rockwell), por lo que estará en el primer capítulo de la séptima temporada pero ausente durante varios episodios. Seguramente los escritores justificarán su ausencia con algo relacionado al Huntington que padece Remy. Me gusta Thirteen, para nadie es un secreto, se está convirtiendo en un perspicaz miembro del equipo, que a veces hace el comentario ácido cuando House no.
¿Y tú qué piensas? Déjame un comentario en el blog.