El Partido Popular de Almería quiere, al igual que los demás partidos en plena campaña electoral, convertirse en el "Salvador" de "su" localidad. A la cabeza su alcalde, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador. Tiene a más de media ciudad patas arriba con tal de remodelar una plaza, ampliar otra, quitar escombros y ponerlos en otro lado; y enterrar restos arqueológicos. Sí, tal como suena, enterrar parte de la Historia de Almería.
El importe de esta obra tiene un presupuesto de 121.000 euros y un plazo de ejecución de dos meses. Emprendida por la empresa municipal Almería XXI y cuyos trabajos han sido adjudicados a la empresa Constructora de Obras Públicas Andaluza S.A (Copsa). O lo que es lo mismo, la empresa que obtiene la gran mayoría de obras relacionadas con la ciudad.
La Junta de Andalucía ha obligado a modificar el proyecto inicial presentado por el Ayuntamiento. La ampliación consistía en la incorporación de 331,5 metros cuadrados a la actual plaza. La obra tendrá que mantener las características históricas de la trama urbana que ya existe, que salieron a la luz tras el necesario estudio arqueológico que se llevó a cabo.
La remodelación se haya dentro de la 49ª remodelación del PGOU del año 1998 que ha contado, no solo con el beneplácito de Luis Rogelio Rodríguez-Comendador sino, además, con los votos favorables de Partido Popular y Grupo municipal Socialista, a pesar de la abstención de Izquierda Unida.