Aznar desmemoriado

Publicado el 22 octubre 2015 por Cronicasbarbaras

Nunca fue un hombre simpático, agradable o seductor, como sus antecesores en la presidencia del Gobierno Adolfo Suárez, Felipe González, o Calvo Sotelo, el más socarrón, inteligente y culto de todos pero de mandato más corto.

José María Aznar es adusto, rígido, hostil, y si se le eligió para dirigir España durante dos mandatos, entre 1996 y 2004, fue porque prometió sacar al país de la crisis económica y de la corrupción del PSOE.

En gran medida cumplió con la economía, pero, como descubren los jueces, fue bajo su autoridad cuando rompió el huevo la serpiente que invitó a numerosos responsables del PP para aprovecharse y obtener beneficios corruptos.

Ahí están las acusaciones a su vicepresidente económico, autor del llamado milagro español, Rodrigo Rato, y a los tesoreros y otros numerosos mandatarios del partido.

La oposición le llama al PP “el partido corrupto”, aunque solo lo sean algunos de esos responsables ante los que Rajoy mantuvo silencio y por los que ahora paga con su decadencia.

Aznar presume de superespañolista, pero le entregó al nacionalismo el combustible para propulsar sus reclamaciones independentistas.

Aunque acaba de negarlo, qué desmemoria, en un impúdico artículo exculpatorio en un periódico nacional.

Empeñado en culpar a Rajoy, sucesor nombrado por él, de la posible próxima derrota electoral del PP y de la deriva independentista catalana, defiende como positiva su entrega a los nacionalistas desde 1996 de los instrumentos que unen al Estado.

Él decapitó al antinacionalista Vidal-Quadras, expulsó de campos y calles catalanes a la Guardia Civil y la Policía Nacional, cedió Educación para fabricar generaciones de independentistas y permitió la inmersión lingüística que convirtió el español en idioma extranjero.

Con el empujón de Rodríguez Zapatero, otro patriota que no sabía qué era la nación española, pero sí la catalana, "lo que tú digas Pasqual", junto con el charnego Montilla, y la banda Pujol-Mas, se montaron el extraordinario lío del independentismo del 3%.

El mayor desatino de Aznar es culpar ahora a otros para rehuír su responsabilidad con la serpiente cuyo huevo puso él.

-------

SALAS