Comí con la organización y tuve el inmenso honor de conocer a Alfonso Azpiri y señora, una pareja encantadora que nos deleitaron la comida con un buen montón de anécdotas acerca de los años de profesión del ilustrador (incluso salió a relucir una que leí hace un tiempo en internet, no recuerdo donde, protagonizada por un vecino de su misma calle, muy divertida). También conocí a Miguel Noguera, actor que está rompíendolo con su Ultrashow, al que, por cuestión de agenda, no pude acudir. Lástima.
Tenía a mi lado a Albert Monteys, que ya es veterano en el ComiCS_11, porque estuvo hace siete años. Ojo, yo creía que hacía cuatro, pero el tiempo pasa tan deprisa que te descoloca.
Tras la comida, en una taberna nueva en la que comimos muy bien, Ca'l Cuc, nos fuimos hacia al Escuela de Diseño y Consevatorio (nunca recuerdo el nombre exacto de este lugar y soy muy vago para buscarlo en Google), donde comenzó la charla con Albert.
Un lleno casi absoluto, con un público entregado que disfrutó de la hora larga en la que Albert contestó a mis preguntas y a las (escasas) que le hicieron desde la platea. Tocamos todos los temas importantes de su paso por El Jueves y sus comienzos, con aquel inolvidable Mondo Lirondo (creo que tengo alguno firmado por él en mi archivo).
Por supuesto, grabé toda la charla, para darle forma de podcast y publicarlo durante el fin de semana. Lo que no tuve en cuenta es que Crónicas desde Sepelaci y Albert Monteys no suelen ir bien en el mismo lugar y la grabación, una vez más, se perdió (desde aquí quiero dar las gracias a la gente de Jazztel que llamó en mitad de la ponencia y provocó que mi Android desconectara la grabación).
Más suerte tuve con la de Azpiri, en la que todavía hubo más gente (si antes ya no había sitio... ¿Cómo se sentaron después los que llegaron?). Una ponencia en la que Azpiri nos enseñó un buen número de ilustraciones que ha realizado durante sus años de carrera.
Decir impresionantes, es quedarse corto. Es algo increíble lo que puede hacer este señor con un lápiz y un pincel. Nos confesó que no utiliza el Photoshop para colorear, sino que todas y cada una de sus láminas están coloreadas de manera manual y tradicional.
Una pasada, desde luego.
Esta sí que conseguí grabarla bien, pese a otra inoportuna llamada de Jazztel, y el audio sólo se interrumpió durante tres o cuatro segundos, por lo que no se nota apenas.
Y ese es el podcast que vas a escuchar ahora, si te apetece, y que tienes aquí mismo.
Espero que lo disfrutes tanto como yo lo hice al grabarlo, y una última cosa. Si tienes oportunidad de acudir a una sesión de firmas o una charla de estos dos grandes dibujantes, ni lo dudes, porque te lo pasarás genial.
Un saludín