Se conoce como jinjolero o azufaifo al Ziziphus jujuba, un pequeño árbol o arbusto que es también conocido por su fruto, por dar el jínjol, gínjol o azufaifa, sobre el cual nos interesa profundizar en este artículo.
Esta fruta del azufaifo, del tamaño de una aceituna aproximadamente, recuerda en aspecto a una cereza aunque sin el hueso tan grande y cuanto más madura y morada, más dulce.
Es un arbusto originario de China, pero también es común en otras regiones de Asia central y de Asia menor, y se introdujo en Europa hace siglos a través del Imperio Romano, por lo cual entró primero por Italia, para más tarde difundirse a lo largo y ancho de la zona mediterránea de Europa, así como en el norte de África.
Propiedades del jínjol o azufaifa
Las propiedades del jínjol o azufaifa, el fruto de este arbusto azufaifo, destacan por su alto contenido nutricional, sobre todo por las vitaminas y minerales, empezando por la vitamina C, de la cual contiene una cantidad enorme.
Cada 100 gramos de esta fruta contiene una cantidad de vitamina C que supera la cantidad diaria recomendada para tener una buena salud y supera a otras fuentes de este nutriente como la naranja.
En mucha menor medida contiene otros nutrientes importantes como varias vitaminas del grupo o complejo vitamínico B (B1 o tiamina, B2 o riboflavina, B3 o niacina y B6), así como ciertos minerales (calcio, hierro, fósforo, potasio, magnesio y zinc), pero todos estos nutrientes en cantidades mínimas en comparación a la vitamina C.
También contiene principios importantes para la salud como flavonoides, antocianinas, ácidos fenólicos, entre otros fenoles y polifenoles, así como 18 aminoácidos, entre ellos el importante ácido ϒ-aminobutírico.
Beneficios del jínjol
Los beneficios del jínjol o azufaifo destacan por ayudar a tratar diferentes afecciones y mejorar la salud en diversos aspectos. Por ejemplo por sus propiedade para:
Estreñimiento. El jínjol puede ayudar a mejorar la evacuación y mejorar el estreñimiento gracias a sus propiedades laxantes.
Conciliar el sueño. Tradicionalmente, las semillas de azufaifo se han usado desde hace siglos para tratar problemas como el insomnio.
Tratar la ansiedad. Al igual que en el caso del insomnio, las semillas de azufaifo pueden ayudar a calmar la ansiedad, y se trata de otro de los usos tradicionales de las semillas de este fruto.
Mejorar la piel. Gracias a las cantidades de vitamina C presentes en este fruto, las propiedades del jínjol antioxidantes ayudan a combatir los radicales libres que causan estrés oxidativo en la piel. Además, al estimular la producción de colágeno, la vitamina C participa en la mejora de la piel de manera significativa.
Contrarrestar el deterioro celular. Las propiedades antioxidantes del jínjol del azufaifo ayudan a combatir el deterioro celular que como decíamos envejece la piel, pero no solo. También actúan en el deterioro de las capacidades cognitivas, la memoria y el envejecimiento de los órganos. Es precisamente por esto y otros beneficios que el el jínjol es conocido como el “fruto de la inmortalidad”.
Aumentar las defensas. La vitamina C es uno de esos nutrientes estrella para el sistema inmune, dadas las capacidades de este nutriente de aumentar las defensas y de esta manera prevenir enfermedades de todo tipo.
Beneficios de la corteza y hojas del jinjolero o azufaifo
En cuanto a las hojas y la corteza del árbol de azufaifo, se usan para preparar una infusión por sus propiedades astringentes y estípticas. Las hojas solas pueden utilizarse en infusión para:
- Afecciones respiratorias como faringitis.
- Afecciones cutáneas como los eccemas y heridas superficiales, gracias a sus propiedades cicatrizantes.
- Preparar repelentes para insectos, siendo efectivo contra chinches y otras plagas.
- Hacer desodorantes caseros.
- Expulsar parásitos intestinales con la infusión de las hojas de azufaifo.
También con la corteza de azufaifo se puede preparar un agua para limpiar los ojos. Si bien es un uso tradicional de la misma, en la actualidad este tipo de enjuagues no se recomiendan, ya que podría alojar micropartículas casi imperceptibles a la vista pero que podrían dañar el globo ocular. Por tanto, si bien está bien conocer los usos, es bueno saber que esto es más riesgoso que beneficioso.
¿El jínjol engorda?
Una de las dudas frecuentes con este fruto es saber si el jínjol engorda, si consumir este fruto, dado su dulzor y su potencia nutricional, es también una fuente calórica importante. La respuesta es que no, el jínjol no engorda, como casi ninguna fruta.
¿Significa esto que el jínjol ayuda a adelgazar? Tampoco, pero como todas las frutas, dado su alto porcentaje de nutrientes y los bajos contenidos de azúcares de absorción rápida y grasas, es buena para cualquier tipo de dieta que busque cambiar el estado de salud, mejorar el metabolismo y bajar de peso.
Contraindicaciones del jínjol
Dada su alta cantidad de fructosa, se debería evitar en caso de intolerancia a la misma. Además, dadas las funciones laxantes, la ingesta excesiva de este fruto podría provocar diarreas. Por tanto, comer con moderación.
¿Conocías las propiedades del jínjol y para qué sirve? ¿Tienes experiencias consumiéndolo? Como decimos siempre, déjalo en los comentarios, que tanto nosotros como nuestros lectores nos beneficiamos de los aportes que amplíen nuestros conocimientos de las plantas medicinales.
IMPORTANTE: Esta información tiene por objeto complementar, no reemplazar el consejo de su médico o profesional de la salud y no pretende cubrir todos los posibles usos, precauciones, interacciones o efectos adversos.
Es posible que esta información no se ajuste a sus circunstancias específicas de salud. Nunca demore o haga caso omiso de la búsqueda de consejo médico profesional de su médico u otro proveedor de atención médica calificado debido a algo que haya leído en ecocosas. Siempre debe hablar con un profesional de la salud antes de comenzar, suspender o cambiar cualquier tipo de tratamiento.
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