B de BONDAD

Por Maria Mikhailova @mashamikhailova

 

Hola amigos. Seguimos con el juego del abecedario. Hoy toca la B. He decidido hablar de una cualidad que es esencial para la filosofía védica, un término que se menciona constantemente en las lecciones que escucho y que forma parte de las llamadas gunas de la naturaleza material.

Las gunas son cualidades de la materia que forma el universo en el que vivimos. Esas cualidades son tres: la bondad, la pasión y la ignorancia. Estos tres estados afectan a la mente de todos los seres vivos, así como nuestros intereses en la vida, nuestro comportamiento social, las metas, las actitudes, las preferencias en los alimentos, etc. Cualquier aspecto de nuestra vida puede describirse con la predominancia de alguna de estas tres gunas.

A grandes rasgos podemos decir que la bondad es el mejor y el más elevado de los estados, ya que nos permite ver la realidad de la manera más clara posible. La bondad es un estado de iluminación de la conciencia, cuando los efectos de una determinada actividad material no son nocivos para otros ni tampoco para nosotros mismos. En cuanto a la pasión (llamada también excitación y predominante en el mundo actual en el que vivimos) y la ignorancia (oscurecimiento o degradación), les dedicaré posts a cada uno de estos conceptos más adelante.

Así pues la bondad o el bien es el más puro de los estados. La conciencia en dicho estado se encuentra menos contaminada por la materia y el fin último de esta guna es la paz. La persona que vive acorde al bien recibe la sabiduría que le da las pautas para vivir mejor. Este tipo de personas serán menos susceptibles a los deseos materiales, pues comprenden la inutilidad del apego al cambiante y caduco mundo material.

Las profesiones típicas para las personas que viven acorde a la guna del bien tienen que ver con las actividades intelectuales, como filósofos, científicos o profesores, entre otros. Lo importante aquí es que su actividad la hagan por el amor al arte o la ciencia, de forma vocacional más que con meros fines económicos.

Entre las 3 gunas de la materia se produce una constante lucha. Hemos dejado de comer mal, hemos empezado a practicar el yoga y a dar paseos por el campo, cuando un amigo nos invita a salir una noche, nos emborrachamos y volvemos a caer en la guna de la ignorancia, por poner un ejemplo. La influencia del entorno en el que vivimos es vital para que nos encontremos bajo la influencia de una guna u otra. Si uno vive rodeado de delincuentes, es muy fácil que acabe comportándose igual que sus compañeros.

Al realizar el bien uno se purifica y limpia su karma. Los actos cometidos en la pasión, nos llevan al disfrute inicial y al sufrimiento final y la perpetuación del karma que traemos; y actividades de la ignorancia nos privan de la razón poco a poco y crean karma negativo. Según los Vedas, cuando una persona muere en el estado de la bondad, se eleva y llega a planetas superiores, pobladas de sabios.

Con todo ello, los seguidores de los Vedas nos dicen que lo mejor que podemos hacer es alejarnos de los dos estados inferiores: la ignorancia y la pasión, pues el primero destruye a los demás y a nosotros (la violencia sería un ejemplo de ello), el segundo no hace daño a los demás, pero nos trae infelicidad a la larga (la abundancia en la que vivimos en el primer mundo es el claro ejemplo de ello, pero al final del camino nos esperan la soledad y el aburrimiento). Es muy difícil por otro lado no estar influidos por la pasión, determinante en nuestra sociedad actual. Ya hablaremos de este término más adelante.

La bondad es el estado más elevado: es búsqueda de la paz, de la armonía y equilibrio, es una manera de no ver las cosas con excitación extrema, no tener la facilidad de caer en la pasión o la ignorancia. Es aceptar el mundo como es, luchando, pero sin recurrir a la violencia. Y no luchando con los demás, sino con nosotros mismos. Es entender que el cambio no está fuera, sino dentro de cada uno de nosotros.

Si tuviéramos que describir la vida del ser humano a través de las gunas, la ignorancia se correspondería con la infancia, pues actuamos de manera egoísta y no entendemos aún cómo funciona el mundo; la pasión sería la juventud: tenemos más conocimiento pero aún nos falta mucho por aprender, es cuando luchamos, buscamos progresar en un trabajo, ganar dinero, reconocimiento social, etc.; la bondad sería la etapa de la madurez, cuando nos hemos dado cuenta de que hay algo más allá de lo material, cuando buscamos vivir mejor, pues es la única forma de ganarse un buen karma para vidas futuras. Lo ideal para el ser humano medio sería progresar a través de las gunas de esta manera.

Por último es importante tener en cuenta que los Vedas nos dicen que ni siquiera el estado de la bondad es la misión de la vida humana, pues las 3 forman parte de la materia y como tal son temporales, caducas y nunca constantes. El fin último debe ir más allá de este mundo material, pero si queremos permanecer en él y ser más plenos y felices (como nos ocurre a la gran mayoría), tan solo la guna de a bondad podrá acercarnos al bienestar en la tierra.

Os voy a traducir un pequeño texto del famoso escrito védico Bhagavad-Gita sobre el tema:

“El que ha llegado a la iluminación, no siente odio por el apego y la ilusión ni llora si éstas desaparecen; el que está siempre fuera del juego y es trascendental, cualesquiera sea la influencia de las gunas sobre él, tiene claro que todas las acciones son realizadas por las gunas materiales; quien está siempre sumergido en su interior y acepta de la misma manera la felicidad y la desgracia; quien no ve diferencia alguna entre un puñado de tierra, una piedra o un lingote de oro; quien recibe de la misma manera lo deseado y lo indeseado; quien se siente invencible, recibiendo por igual la crítica y las alabanzas, la deshonra y el respeto; quien trata por igual a los amigos y a los enemigos; quien se aleja de toda la actividad material… sobre esa persona dicen que se ha elevado por encima de las gunas de la naturaleza material.”