B Nacional: Cuando el fútbol queda en segundo plano

Publicado el 13 marzo 2012 por Marianofusco

Ayer hubo un partido de fútbol. Un clásico histórico entre dos equipos que luchan por permanecer en la categoría. Fue un gran partido que terminó 1 a 1 con dos muy buenos goles de Lucas Mancinelli y Sebastián Pena. Pero pocas son las ganas que quedan de hablar de fútbol cuando los violentos terminan siendo más protagonistas que los futbolistas.

Las imágenes hablan solas. Los que estuvimos ahí vimos como los dirigentes, jugadores y periodistas partidarios del Club Atlético Atlanta quedamos desprotegidos por una llamativa ausencia policial en el sector en el que nos encontrábamos. Un estadio sin terminar, con un paredón de dos metros fácil de saltar y sin custodia por donde hinchas de Chacarita ingresaron con palos y piedras a agredirnos. Solo nos “acompañaban” cuatro jóvenes de seguridad privada que ante el primer piedrazo desaparecieron. Había jugadores recién operados, personas mayores y mujeres; la gran mayoría tuvimos que saltar hacia la superficie alrededor de tres metros por debajo de donde nos encontrábamos para poder refugiarnos en el vestuario visitante. Un dirigente recibió un piedrazo que lo dejó inconsciente y un periodista fue alcanzado por un fierro que le tiraron desde la platea y que le produjo un corte en la frente. El primero debió ser trasladado en ambulancia a un hospital, mientras que el segundo fue atendido (recibió 8 puntos de sutura) por el médico de Atlanta en el vestuario.

Una vez recluidos en el vestuario quedamos dos horas encerrados esperando a que la policía nos garantice la seguridad para salir en el micro de los jugadores y una combi en la que fueron los dirigentes a San Marín. Muchos tuvimos que regresar a buscar los autos particulares ya en la madrugada del lunes.

Durante esas dos horas que estuvimos encerrados, afuera los incidentes no pararon en ningún momento. La parcialidad local quemó dos patrulleros y un camión de la infantería y se trenzó con la policía a piedrazos y balas de goma.

Y como si esto fuera poco, tanto el presidente como el jefe de prensa de Chacarita justificaron los hechos con “hubo cargadas desde la delegación de Atlanta” y “el mal arbitraje de Rapallini”. Gente que justifica la violencia con tan inútiles excusas es parte del tristísimo manejo que hoy está arruinando al fútbol.

¿Hasta cuando el hincha genuino va a tener que soportar que unos pocos sean dueños de un protagonismo que debería quedar tan solo en los 22 jugadores que salen a la cancha? ¿Cuándo será el día en que un padre pueda llevar a sus hijos a la cancha y el riesgo de perder algo sea solo por un partido, una categoría y no la vida? Ayer quedo demostrado que a los violentos que cada día le hacen peor a nuestro futbol se le suma una negligencia policial casi intencional y una justicia inexistente.

Siempre hay fotos y videos de los violentos, pero nunca hay detenidos, solo demorados que salen y vuelven a delinquir porque “TODO PASA”. Porque el problema no es del futbol, sino de una sociedad entera. Este hermoso deporte y la pasión que genera maximiza un montón de cuestiones que si no se toman los recaudos correspondientes van a terminar matándolo.