En el año 2007, un gatito callejero de color naranja se coló en una tienda del Barrio Chino de Nueva York. Como no tenía casa, decidió quedarse ahí unos días. Era tan bueno, que ninguno de los empleados quiso echarlo, así que terminó convirtiéndose en un "empleado" más.
Desde entonces no ha faltado ni un día a lo que ya puede considerarse como su trabajo. Le gusta sentarse cerca de la entrada de la tienda y saludar a los clientes. Tiene su propia zona para rascar y descansar en la parte delantera, y le gusta sentarse ahí. También mira mucho por la ventana, es un gato muy curioso.
Según cuentan los empleados, Bobo recibe a los clientes con un maullido y les enseña la tienda, así que ninguno de ellos puede tener queja de él. De hecho, ya es conocido comoel rey de la tiendaporque hace muy bien su trabajo. Como toda celebridad gatuna, tiene su cuenta en Instagram.