Baby-boom 2.0

Publicado el 13 febrero 2009 por Crítica

Vuelvo a retomar el tema de la incorporación masiva de la mujer al mercado de trabajo, para tratarla desde el paralelismo de dos etapas históricas tan distintas: la actual y la de los años cuarenta.
Durante la Segunda Guerra Mundial los dirigentes políticos y militares de EEUU, GB, Rusia, Alemania y otros contendientes, se vieron en la necesidad de mantener la maquinaria industrial al mayor ritmo productivo posible, a pesar de tener movilizada o combatiendo a una buena parte de la población masculina en edad de trabajar. Para suplir esta carencia de mano de obra se volvió a recurrir a las mujeres, como en la PGM, y se hizo, nuevamente, espoleada por la urgencia nacional mediante la propaganda.
Los logros industriales de esos años de guerra sobre todo en la URSS y EEUU no han tenido parangón. El acicate patriótico, y sin duda, el buen hacer de las mujeres trabajadoras, podían lograr metas imposibles como la de construir en los astilleros americanos un carguero de la clase Liberty, como el de la imagen, en 4 días y medio. De estos se construyeron casi 4.000 durante la guerra.
Voy a centrarme en los EEUU, porque a diferencia de Alemania allí no quedaron destruidas las fábricas y porque en Alemania, aunque las mujeres se incorporaron al esfuerzo de guerra por el trabajo, éste lo realizaron principalmente trabajadores forzados de la Europa ocupada. Tampoco me ocuparé del caso sovietico porque aunque se movilizo a las mujeres, allí luego no hubo libertad para organizar cada cual su vida como mejor le conviniese.
El caso, es que la guerra terminó y los combatientes fueron volviendo a casa. Junto con la llegada de los maridos también la mayoría de mujeres volvieron responsablemente al hogar, permitiendo el reemplazo natural en las tareas sociales. Esos fueron los fructíferos años del Baby-boom, en los que la natalidad se disparó felizmente. De los años posteriores a esa tríste época nos llegan los logros más brillantes del Ser Humano, tecnológicos y del Pensamiento. Logros que cada día que pasa son más pobres y menos esperanzadores (*)
Hoy, cuando la generación de los niños de Baby-boom está empezando a jubilarse, nos encontramos en un escenario en el que se ha vuelto a espolear masivamente a la mujer hacia el trabajo. Afortunadamente el motivo no es la guerra, pero tampoco han sido motivos, digamos muy limpios: la compulsión consumista, la propaganda progresista, la pérdida de confianza en el matrimonio, la necesidad económica...
Como en todas la guerras aquí también han habido bajas: sueldos estancados, pérdida de poder adquisitivo, destrucción de la familia, esterilidad generacional, analfabetismo funcional, migraciones forzosas, desprecio de la patria, cosificación del Ser Humano. Y lo peor de todo, es que de esta "guerra" sólo sabemos cómo se empieza.
Preguntemonos ¿Y ahora qué? ¿Qué es lo que nos proponen los políticos de derechas e izquierdas? ¿Que esta guerra no va terminar nunca? ¿Que no va haber desmovilización para nosotros? ¿Que siempre vamos a estar compitiendo por el mismo mendrugo? ¿Que no tendremos un Baby-boom 2.0 que nos asegure el porvenir? ¿Que nos nos merecemos la esperanza de asiprar un mundo mejor, como la tuvieron entonces?
Espero que no, sería un suicido social en toda la amplitud de la palabra.
(*) vease el magnífico artículo del Sr. Varsavsky "¿Dónde está el futuro que nos promertieron?"