Angie, una chica religiosa y apocada, acaba de llegar a la universidad y necesita un trabajo. Su mejor opción: convertirse en canguro para los Stanton y cuidar de su hijo pequeño Sam. Una serie de inquietantes llamadas telefónicas, y la posterior aparición de un extraño personaje a las puertas de casa, harán comprender a Angie que su vida, y la del niño, corren peligro.
El hecho de engullir películas de terror sin ton ni son conlleva el riesgo implícito de tropezar muchísimas veces con bodrios infumables e historias infames de escaso o nulo valor, pero también hace que, muy de vez en cuando, tropieces con una historia entretenida y que merecezca la pena, cosa que se agradece enormemente después del largo y arduo peregrinaje a través del Valle de las Malas Películas.
Las interpretaciones no son nada del otro mundo, pero hay que destacar, sin ninguna duda, a un genial Bruce Thomas (y no diré nada de su personaje para no estropear nada) y siempre se agradece la presencia de un clásico en esto del cine de terror como es Bill Moseley. En cuanto a la presencia de Matt Dallas (el protagonista de la serie de televisión Kyle XY), poco que comentar ya que casi es puramente testimonial y poco aporta a la historia. Sarah Thompson completa el reparto en el papel femenino protagonista, con algunos (no todos) clichés que un personaje así conlleva: me tropiezo, he olvidado las llaves, ahora no me arranca el coche... Aún así, merece el aprobado.
En resumidas cuentas, película recomendable al cien por cien para pasar un rato entretenido con una historia bastante original y que logra sorprender, en la que sólo un par de escenas del final chirrían un poco (de esas puestas a conciencia para, llegado el caso, meterle mano a una secuela) y que divierte, cosa nada desdeñable en los tiempos que corren. Como dato curioso, mencionar que se alzó con el premio a Mejor Largometraje en el Weekend of Fear Festival en Nuremberg (Alemania) en el año 2008. Dadle una oportunidad, prometo no moverme de aquí para que tengaís donde quejaros si nos os divierte aunque sea un poquito...