"Ser actriz es una relación con el mundo; es un trabajo, pero no es solamente un trabajo", reflexionó la actriz francesa Isabelle Huppert, invitada especial del BAFICI, durante un diálogo organizado con el pintor Guillermo Kuitca, que tuvo lugar el martes 21 en el Salón Dorado del Teatro Colón en el marco del 17° BAFICI.
A lo largo de la charla, moderada por el cineasta Andrés Di Tella (primer director artístico que tuvo el BAFICI), los artistas hablaron acerca de sus respectivas disciplinas (actuación y pintura), y compararon los cambios, dificultades y relaciones que se producen con las obras, tanto durante el proceso de creación como cuando se encuentran frente al producto final.
"Cuando se hace una película, en realidad se hacen tres: la película oficial (la del guión), que es la que todos creen que están haciendo; la del director, y la del actor. Cuando un actor ve el resultado final, se da cuenta de que en realidad no es suya, sino del director", contó Huppert, que aclaró que está orgullosa de todos los proyectos en los que trabajó, que suman más de 90. En relación a la retrospectiva de sus films que se está brindando en el marco del BAFICI comentó que, si bien le emociona que el público se identifique con las películas y las vuelva a ver, no es algo importante porque, aunque desarrolla una relación literaria con sus papeles en el momento de encarnarlos, no tiene un sentimiento de apropiación. "Para mí ya están hechas, ya no tienen que ver conmigo; lo que me importa es el presente".
Kuitca, por su lado, aseguró que el proceso de creación, el momento en el que se encuentra frente a un lienzo en blanco, es absolutamente íntimo, independientemente de la relación que el espectador desarrolle después con la obra, y Huppert, que conoce el trabajo del artista, agregó que también es muy difícil compartir lo que uno siente al ver un cuadro. "Para mí, la obra termina cuando desaparece de mi vida, cuando no la veo más", explicó el pintor, que además aseguró no saber si lo que hace es parte de una vocación, un hábito, una pasión o una casualidad.
En relación a las experiencias o sensaciones que sus trabajos generan en el público, ambos coincidieron en que, en realidad, el drama no lo acarrea el artista sino que se vuelca sobre el espectador. "Siempre pensamos que el actor sufre porque muestra el sufrimiento, pero hay una distancia con lo que se hace y pensar eso es un desconocimiento sobre la relación que uno establece con los personajes", opinó Huppert, y respecto del ejercicio de la actuación en sí, añadió: "Es pintor está solo con su tela y dialoga consigo mismo; actuar no es un diálogo con uno mismo, sino con uno y algo misterioso que está más allá de uno".
La actriz y el pintor también coincidieron en que, cuando aparecen los accidentes, lo mejor es trabajar con ellos en lugar de interpretarlos como errores. "El accidente es un aliado; hice esto, pero veo esto otro", reflexionó Kuitca, mientras que Huppert consideró que "es la irrupción de lo real y da sensación de verdad; el juego por definición es improvisación, y más allá del juego está el accidente".
Fotos: Gabriel Rossi/Getty Images