Cobertura de Espectadores.
Mientras las autoridades del BAFICI anuncian los ganadores de los premios y menciones de esta 17ª edición, Espectadores cierra su cobertura dedicada a la selección oficial internacional con las mini-reseñas de los siguientes cuatro largometrajes que compitieron con Above and below de Nicolás Steiner, Ben Zaken de Efrat Corem, Theeb de Naji Abu Nowar, Ella vuelve el jueves de André Novais Oliveira, El incendio de Juan Schnitman y nuestra favorita La mujer de los perros de Laura Citarella y Verónica Llinás entre otras.
La obra del siglo de Carlos Quintela
Quintela sorprende con la presentación del material de archivo que sintetiza los entretelones de esa obra monumental devenida en testimonio de la relación entre los gobiernos soviético y cubano, tanto de la época de esplendor como de la debacle tras la caída del Muro de Berlín y el desmembramiento de la URSS. El realizador articula con tino y sensibilidad porciones de noticiero y su fresco de la actualidad isleña, anclado en la convivencia de tres hombres adultos (abuelo, hijo, nieto) en un departamento de la ahora fantasmagórica Ciudad Nuclear.
El otro gran personaje es ese pececito que, como la isla bloquedada por los Estados Unidos, vive con lo mínimo indispensable.Y, como Fidel, aletea contra las circunstancias más adversas aún cuando lo dan por muerto.
Mario Balmaseda, Leonardo Gascón y Mario Guerra se sacan chispas en la recreación de una puja generacional que remite a tres maneras distintas de entender la revolución cubana. De lejos, esta coproducción entre Alemania, Suiza, Argentina y Cubana es el mejor de los cuatro largometrajes reseñados en el presente post.
Prometo um dia deixar essa cidade de Daniel Aragão
El guión de Aragão evoca el recuerdo de Vale todo aunque, desde el comienzo del film, la banda de sonido hardcore anuncia una versión más extrema de la exitosa telenovela que Rede Globo emitió en los años ochenta. Y así es nomás: la crónica de la debacle incluye recreaciones de alucinaciones visuales, escarceos de tipo incestuoso, escenas hot para lucimiento de la actriz protagónica, Bianca Joy Porte.
Tanta exuberancia narrativa y estética atenta contra la verosimilitud de un relato atravesado por distintas moralejas. Hasta el título suena a telenovela: Prometo dejar esta ciudad algún día.
Atomic heart de Ali Ahmadzadeh
En este sentido, el interés de Madare ghalbe atoomi (éste es el título original) supera la cuestión estrictamente cinematográfica. En otras palabras, si se ambientara -no en Teherán sino- en una ciudad norteamericana o europea, los espectadores estaríamos más dispuestos a afirmar que esta crónica de una noche pesadillesca (dos chicas a merced de un extraño admirador de Adolf Hitler y convencido de que Sadam Hussein y Osama Bin Laden siguen vivos) es una obra tan verborrágica como artificiosa y pretenciosa.
Songs from the north de Soon-Mi Yoo
El principal entrevistado es el padre de la directora, ciudadano sudcoreano. Este dato basta como botón de muestra de un largometraje sin dudas bien intencionado, pero sin la cantidad y calidad de material necesarias como para superar la instancia de borrador.
La banda sonora es la virtud más grande de Canciones del norte. Algunos espectadores también celebramos la oportunidad de habernos topado con esta suerte de contraparte del bodrio que Seth Rogen y James Franco filmaron el año pasado en Hollywood.