Bahía López

Por Saguzar
 A mediados de diciembre de 2020 recorrimos el Circuito Chico de Bariloche, una serie de caminos de 65 km de longitud que recorre parte del lago Nahuel Huapi, los Lagos Moreno Este  y Oeste y cercanías del cerro Campanario, atravesando la reserva Municipal Llao Llao. Es el recorrido más tradicional donde se pueden apreciar unos paisajes de ensueño y una exultante naturaleza, con tupidos bosques.Comenzamos este recorrido en frente al hotel Llao llao, en la costa de Puerto Pañuelo, luego nos concentramos especialmente en los miradores y senderos cercanos a la bahía López y a la laguna Escondida, saliendo temprano a la mañana para ver la mayor actividad de aves y evitar  a las concurrencias masivas a esos lugares que no son muy compatibles con la observación de aves.Frente a puerto Pañuelo nos deleitó una familia de cauquén real.

Cauquén real (Chloephaga poliocephala)






Hotel Llao llao



Puerto Pañuelo


Seguimos varios kilómetros atravesando el camino en medio del bosque y descendimos  en el hermoso mirador a la bahía López, donde tuvimos interesantes avistajes, en especial de paloma araucana, una gran suerte ya que no es tan fácil de observar, no son abundantes debido a que en 1950 una infección casi exterminó a la especie y a que son ariscas. Nunca la había visto y esta vino volando y posó unos instantes en un árbol cercano. Otros que pudimos ver son picolezna patagónico, fio fio silbón, cachudito pico negro, rayadito y a lo lejos algún cóndor.

Lago Nahuel Huapi. Cerro Capilla


Lago Nahuel Huapi. Comienzo del brazo Blest; al fondo cerro Millaqueo



Mirador Bahía López


Picolezna patagónico (Pygarrhichas albogularis)


Fiofío silbón (Elaenia albiceps)


Fiofío silbón (Elaenia albiceps)


Paloma araucana (Patagioenas araucana)


Paloma araucana (Patagioenas araucana)


A continuación fuimos recorriendo senderos que iban por un magnífico bosque nativo y que conducían hasta la bahía de los Troncos, donde pudimos caminar por la playa homónima. Y el nombre es totalmente acertado, está repleto de troncos que las corrientes fueron depositando en la playa pedregosa. Magníficas vistas del lago y los cerros tuvimos allí, con algunos avistajes interesantes como el de un chucao posando y cantando sobre una rama a corta distancia (luego publicaré una entrada al respecto), muchas lagartijas, algunos insectos y numerosas plantas florecidas.

El bosque y la nieve


Chucao (Scelorchilus rubecula)


Chucao (Scelorchilus rubecula)


Liolaemus sp


Isoca patagónica (Colias vautherii)


Cerro Capilla



Cerro Millaqueo



Yramea lathonioides


Playa de los Troncos


Playa de los Troncos


Chaura (Gaultheria mucronata)


Retama de la cordillera (Diostea juncea)


Liolaemus sp


Finalmente hicimos unos senderos hacia la laguna Escondida, aunque no vimos casi aves, pero si enormes lengas, varias de ellas con grandes tumores causados por el llao-llao,  un hongo característico de los bosques australes, siendo su basidio  comestible, conociéndose también como pan de indio.

Llao llao (Cyttaria harioti)


Laguna Escondida




Seguimos recorriendo el Circuito Chico y pasado el mediodía hicimos una parada en el cerro Campanario, donde subimos con la aerosilla y almorzamos en la confitería que está en un punto panorámico increíble, con las mejores vistas paisajísticas que he tenido en mi vida. Ahí probé algunas con polarizador para realzar la imagen, pero eso es tema de una publicación en mi otro blog: Patagonia.Pueden ver esas imágenes entrando aquí.