Bailando con lobos (italian version)

Por Soniavaliente @soniavaliente_

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Le encantan los tópicos. Principalmente porque han llegado a ser tópicos a fuerza de repetirse. Pero ha habido uno que se le ha resistido especialmente este verano: ligar con italianos, ¡en Italia! Su amiga y ella andaban un tanto desconcertadas. Y al tercer día de su viaje, planearon urdir una versión más o menos digna para cuando sus conocidos les preguntaran por sus lances no decir: “0’0”, que era la media aproximada de personas con las que habían hablado a excepción de camareros y recepcionistas de hotel para pedir, mal que bien, la clave de WIFI sin la que, al parecer, no podían respirar.

Habían hecho todo lo correcto: batir el récord mundial de consumo de hidratos a base de pasta, pizza y rissottos, además del de grasas saturadas con gelatos y tiramisùs, montado en el bus rosso en Milano y en el vaporetto en Venezia. Visto y fotografiado religiosamente todos y cada uno de los monumentos. Y nada. El último día, los únicos italianos hambrientos con los que se encontraron -hasta el punto de las devorarlas en sentido carnal- eran los zanzare o mosquitos tigre.

Finalmente, derrotadas, deciden ir a un local de moda. Al local de moda: Just Cavalli. Y al entrar, después de haber pagado un precio inmoral, quieren morir. Allí dentro, todo el mundo parecía ser supermodelo, escultural, kilométrico, recién salido de un catálogo. Experimentó una abrupta regresión a sus tiempos inseguros de instituto. Su amiga ni parpadeaba. Estaba como en el cine. De repente, se sintió pequeña, diminuta, insignificante al lado de aquellos semidioses pluscuamperfectos. Y lo supo: “No vamos a ligar en la vida”. Pero no. El lugar se llenó de pronto, de turistas, de gente normal, como por arte de magia, al olor de la gente guapa. Y todo fue bien, como siempre, como en casa. Y por fin regresó de su viaje con un sinfín de tópicos que contar. Y callar.