Todos están muertos. No los he olvidado.
En la película Coco (que si no habéis visto estáis tardando) los muertos mueren de verdad cuando nadie los recuerda, pero también hay investigaciones que dicen que la memoria nos engaña, nos hace creer que recordamos cosas cuando, en realidad, las hemos inventado. Yo no me he inventado a Juanito, a Mariano, a Jessica, a Carmen y Pepe, a Galdonfini, todos existieron pero quizás mis recuerdos no sean fiables, sean ficticios. ¿Importa eso? Ellos probablemente no pensaron jamás que yo los recordaría... pero hoy, con mis recuerdos verdaderos o falsos, les ha tocado salir a la realidad cuando menos se lo esperaban. Quizás, cuando yo muera, un desconocido me recuerde por alguna tontería y sea yo, la que salga a bailar con el recuerdo de un extraño.