¡Baja el ritmo! Únete al movimento Slow

Por Rut Abraín Sánchez @esturirafi

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“Vivir deprisa no es vivir, es sobrevivir”.- Carl Honoré. - Tuítealo
Roma, año 1986, el primer Mc Donald´s abre sus puertas en la capital Italiana. En este momento Carlo Petrini crea el movimiento Slow Food: movimiento que defiende: comer productos de temporada, frescos y locales. Tras Slow Food, aparecerían nuevas aplicaciones a otros ámbitos como: el sexo, la salud, el trabajo, la educación o el ocio que acabarían conformando el movimiento Slow.
Vivimos en la era de la rapidez, dominados por la tecnología, el consumo y la hiperconexión.
Hubo un tiempo, hace muchos años en el que se pensó que los avances tecnológicos modificarían nuestra realidad, que la máquina iba a trabajar para nosotros, mientras la humanidad se dedicaría a disfrutar de una vida ociosa y contemplativa. Pero como todos sabemos esto no ha sucedido, de hecho hay estadísticas que demuestran que trabajamos 200 horas más al año que en 1970.
No sólo disponemos de menos tiempo, si no que tenemos la sensación de que no tenemos suficientes horas, además de ser esclavos del reloj y de los horarios.


"La lentitud nos devuelve una tranquilidad y un ritmo pausado que nos permite ser más creativos en el trabajo, tener más salud y poder conectarnos con el placer y con los otros. Hay que reaprender el arte de gozar si queremos ser felices".- Carl Honoré

¿Qué puedes hacer para ser un poco slow?


1. Cocina, comparte, saborea.

Comer es una experiencia para los sentidos.
Cocinar y comer juntos son actividades que forman vínculos entre la gente.
Comer más despacio es más saludable, por ejemplo, permite al estómago avisarnos de cuando está lleno.

2. Aparca el coche.

El coche nos acelera, nos vuelve agresivos. Ve andando o en bicicleta y disfruta del trayecto. No sólo es beneficioso para tu cuerpo, a la larga notarás beneficios en la mente, una buena forma de pasar un rato contigo mismo.

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3. Disfruta de tus momentos de ocio.

No programes tus horas de ocio con cientos de actividades. Dedica tu tiempo libre a actividades que te conecten: manualidades, jardinería, ganchillo...

4. “Mens sana in corpore sano”

Hay disciplinas que además de cuidar el cuerpo ayudan a que la mente se aquiete. Prueba alguna como: Yoga, Chi Kung, Pilates, Tai Chi.

5. Trabaja menos

Trabajar menos no significa trabajar peor. El exceso de trabajo acaba por ser contraproducente. Tomarte descansos te ayudará a ser más productivo.
“Hay que plantearse muy seriamente A QUÉ DEDICAMOS NUESTRO TIEMPO. Nadie en su lecho de muerte piensa: “Ojalá que hubiera pasado más tiempo en la oficina o viendo la tele”, y, sin embargo, son las cosas que más tiempo consumen en la vida de la gente.”.- Carl Honoré
Si queréis saber más sobre el tema os recomiendo el libro "Elogio de la Lentitud" de Carl Honoré
Y tú, ¿Te apuntas al movimiento slow?

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