Son rincones que espolean a nuestra imaginación, invitándola a dejarse pasear por la nostalgia y el recuerdo.
Aún hoy, en que las aguas de las últimas porciones de este río se corrompen de residuos, las angulas siguen pescándose con los procedimientos más tradicionales, ahogadas de antaño...Por el precio que alcanzarán después en el mercado, ¡bien merece la pena detener el tiempo!