Lo vi de casualidad cuando llegué del trabajo y me iba al microondas a calentar mi almuerzo, por lo que fui corriendo a buscar mi cámara y desde atrás del vidrio de la ventana le hice tres fotos, no más ya que las aves miran y se dan cuenta que algo raro hay a pesar del reflejo; la única forma que no distingan es verlos detrás de la malla del mosquitero pero para la foto es inapropiado.
El día estaba nublado y si le sumamos que estaba del otro lado del vidrio las imágenes no son buenas, pero aplicando un poco de edición le saqué esa especie de velo blanquecino y las dejé tal cual lo veían mis ojos.