Serie: Bajo el cielo eterno #1/3
Aria ha sido expulsada de la ciudad protegida de Ensoñación. En el exterior su vida corre peligro. La amenazan violentas tormentas de éter, caníbales, y Salvajes.
Perry es un Salvaje que ha perdido lo más importante que tenía en la vida. Ahora hará lo imposible para recuperarlo. Aria, una residente, será su única opción.
Lo que voy a decir a continuación, por muy raro que parezca, es cierto. Aun así, negaré haberlo dicho, y no volveré a mencionarlo jamás. Allá va *respiro hondo*: ¡Me alegro de que Bajo el cielo eterno forme parte de una trilogía!. Ya está, lo he soltado. No ha sido tan doloroso, aunque siento que estoy siendo infiel a mis queridos libros autoconlusivos... ¿Exagerada? ¿Yo? Nah... *silbando*
No sé muy bien cómo clasificar este libro. Con la moda de las distopías, parece que ya las vemos por todos los sitios, y hay algunos momentos en los que no sé hasta qué punto alguno de esos libros entran dentro de este grupo. ¿Bajo el cielo eterno una distopía? Yo tengo la sensación de que no. Me suena mejor, simplemente, un mundo postapocalíptico. Si alguien no está de acuerdo, ya sabe..., soy toda ojos.
Después de ser condenada injustamente por algo que no ha hecho, Aria es expulsada de Ensoñación. Sola en el exterior, o como ella lo llama, la Tienda de la Muerte, está segura de que no sobrevivirá. Se enfrenta a tormentas de éter, a Salvajes, caníbales, enfermedades, etc. Vamos, que hay un millón de formas de morir. Por lo menos hasta que se encuentra con Perry, un Salvaje dispuesto a hacer cualquier cosa por recuperar a la persona que más quiere, su sobrino, el cual ha sido secuestrado por los residentes -los que viven en Cápsulas-. La relación de Perry y Aria será desde el primer momento complicada, así que no esperéis un amor a primera vista porque no lo hay. Y éste es uno de los motivos de que me haya gustado tanto; él es un Salvaje, todo lo que ella teme y odia, un ser inferior, con costumbres arcaicas; ella es un Topo, uno de esos seres que viven por voluntad propia encerrados, sin ver el exterior, sin vivir realmente. Ambos son tan diferentes, y con una visión de la vida y de la realidad tan diferente que chocarán desde el primer momento. Su relación irá evolucionando poco a poco, se irán conociendo cada vez más, hasta llegar a comprenderse mutuamente. Además, ambos se necesitan desesperadamente; ella para sobrevivir en el exterior e ir en busca de su madre a otra Cápsula, y él a ella para poder rescatar a su sobrino.
En un principio me costó un poco entender todo lo relacionado con los Reinos, los smarteyes, como funcionan, etc. En cierta forma es normal, porque aunque nos lo explican más adelante, creo que no profundizamos demasiado en la vida dentro de Ensoñación. Toda la trama y acción se desarrolla en el exterior, algo que a la vez agradezco; me parece mucho más interesante ese mundo despiadado, desolado, en el que sobreviven los más fuertes.
Los secundarios serán muy importantes, sobre todo unos pocos que acompañarán y ayudarán a nuestros protagonistas en momentos difíciles. Destacar a Rugido, un encanto, el cual espero tenga relación amorosa en el próximo libro. También Tizón, un Salvaje solitario que esconde algún que otro secreto.
Como digo, hay bastante acción durante todo el libro, algo que hace que no puedas separarte de sus páginas hasta el final. Los personajes evolucionan mucho, sobre todo Aria, algo también muy positivo. La relación de amor es de esas con las que acabas suspirando -qué queréis, lo mío es el romance-, y el final deja con ganas de mucho más. Y cuando digo más, es más. Quiero el segundo ya, aunque no podremos tenerlo en nuestras manos hasta el 2013 -y por esto es, principalmente, por lo que odio las sagas-. De todas formas, el mundo creado por Veronica Rossi se merece esos dos libros, que seguro me volverán a seducir.