Novela negra tipo "río", se me ha hecho un poco larga, que no aburrida. A veces la acción avanza tan lentamente que te desesperas un poco, pero lo que es innegable es que es capaz de construir una atmósfera muy lograda. Acabas sintiendo un frío que pela.
Hay poli melómano amante de Mahler, hay psicóloga suiza, hay psicópata culto y refinado que recuerda bastante a Annibal Lecter. Hay cuerda para rato y no les voy a contar más por si la leen.
Está en las antípodas de las novelas de Antonio Manzini, que se leen de una sentada, pero me ha gustado.