Conectamos con el servicio de la DGTS para saber cómo se encuentran los accesos a Barcelona: “Buenas tardes. Tarde tranquila en Barcelona. Los accesos al islote de Montjuic se encuentran despejados. La antigua ronda Litoral presenta ligeras retenciones de medusas por una manifestación de percebes. El mar de L’Hospitalet está en calma; las corrientes submarinas que llegan a la playa de Gràcia no sufrirán variaciones. No olviden llevar el bañador si tienen que ir a la oficina. Esto es todo desde la Dirección General de Tráfico Submarino, les informa Silvia Calamar”.
En una previsión mucho menos catastrofista, con una inundación de 6 metros, Sevilla tendría su propia playa. Con sólo 2 metros de elevación el aeropuerto de Barcelona sería una marisma y el delta del Ebro desparecería por completo. Y si aquí pensamos que es un problema, los habitantes de los Países Bajos lo tienen bastante peor: un solo metro de subida (algo que no sólo es factible, sino casi inevitable) les quitaría medio país.
A nivel global, os ofrecemos un dato para pensar: la mitad de la población mundial vive a menos de 25 kilómetros de la costa y necesitará un nuevo lugar en el que vivir. Si piensas que la inmigración es un problema, ve cambiando de planeta… El consejo Cooliflower es simple: ahora que se acercan las elecciones, escoge con cuidado tu voto y presiona a la administración para frenar el cambio climático desde ya, antes de que no haya vuelta atrás. Eso, o si vives cerca de la costa, compra un buen bañador. Si te gusta el mar lo vas a pasar pirata.
Curiosidad malsana: comprueba aquí si seguirás teniendo casa.