


Sin embargo va de más a menos, llegando a ser algo tediosa por el medio, aunque es cierto que nunca llega a aburrir, pero es que decepciona, pues se ve que hubo dinero (es una co-producción entre varios países europeos), y sin embargo luce poco, sobre todo, y esto es muy lastimoso, en la batalla final, que está dirigida nada menos por el otrora magnífico Ricardo Fredda, y que sin embargo es pobre tanto en el montaje como en la espectacularidad, siendo bastante sosa. La fotografía, a cargo de Luciano Trasatti es bonita, y poco más como no sea la Ekberg, que está espectacular.