Como decía, no he leído el libro, pero si este reportaje de "EL PAÍS": "Papa,dame un respiro", el cual recomiendo leer, es un poco largo,pero merece la pena.
Y mi propia reflexión al respecto es la siguiente:
Ya que los adultos somos los que gestionamos la vida de los mas pequeños, decidimos que comen y cuando, que estudian y donde, cuando salen y entran, si se han de vacunar o no, que medicinas tomar, cuando deben dejar el pañal o dormir solos....que, como, cuanto,cuando...con quien...decidimos TODO por ellos (y aun así nos quejamos de sus reacciones y actitudes), ya que esto en cierto modo TIENE que ser así para poder cuidar de ellos y procurarles la mejor vida posible, por que los queremos y por que es SU derecho, deberíamos pararnos a pensar en el estres que les causamos de manera inconsciente...de verdad es tan importante que aprendan tantas cosas canto antes mejor? si mi hijo va a cinco academias semanales, cada día a aprender una cosa diferente, será eso garantía de que cuando sea adulto tendrá un mejor puesto de trabajo? tendrá quizás asegurado el trabajo que desea?, es necesariamente mas feliz un oficinista que un albañil?
Cada vez queremos que los niños sean menos niños y les robamos en post de su "bienestar" y del amor que les tenemos y nuestra obligación como padres, la infancia, la época mas breve y efímera de nuestra vida, pues mayores seremos muchos años, pero niños solo unos pocos.
Mi hijo mayor tiene 5 años, no hace ninguna actividad extra escolar, después de cinco horas fuera de casa en lo que a día de hoy es su trabajo, mi hijo quiere llegar a su casa, jugar con sus cosas, hablar con sus padres, inventarse historias, tumbarse en el sofá, ducharse y acostarse mientras alguien le hace caricias....no sé que futuro le espera como tampoco sé cual le esperaría si fuese a clases de ingles, informática, fútbol, manualidades y teatro.