Baklava

Por Las Mil Y Una Cayenas @milyunacayenas

Hoy os traemos una receta tan antigua como adictiva, y es que aunque ha ido evolucionando durante los siglos, no ha perdido sus ingredientes principales, la baklava.
De origen turco, se remonta a la antigua Mesopotamia sobre el sigo VII a. C. y principalmente se cocinaba para ocasiones especiales de la alta sociedad. La receta original eran capas de pan y nueces trituradas, cocinado con miel en horno de leña. 

Fue bastante más tarde cuando los comerciantes griegos llevaron la receta a Atenas y como tenían una técnica pastelera bastante más avanzada, fue cuando se cambió la masa de pan por las hojas finas que estamos acostumbrados actualmente. Tradicionalmente son 33 capas de masa, por la edad de Cristo. Con la expansión del Imperio Bizantino, la receta se fue popularizando y extendiendo con múltiples variantes hasta nuestros días. Actualmente es la única receta turca con denominación de origen reconocida.

Así que si alguna vez vais de viaje a Turquía, no se os olvide probar la receta original!! La cocinan en unas bandejas redondas bastantes grandes, que después de hornear ponen en unos hornillos giratorios hasta terminarla de cocinar con el almíbar, es todo un espectáculo.

Lo tradicional es tomarlo acompañado de té o café, así que es ideal para la sobremesa o la merienda, sobre todo si tienes invitados, porque los sorprenderás con apenas unos cuantos ingredientes que son superfáciles de encontrar si es que no los tienes ya por casa. Para esta receta contamos con la colaboración de Vitrinor y su batería Dragon Pro, con un cacillo o una cacerola pequeña nos basta.
  
Tiempo:  10min  Preparación: 20-30 min cocción
Ingredientes:
Necesitamos que nuestra mantequilla esté fundida y con la menos cantidad de suero posible, así que la pondremos a fuego medio bajo hasta conseguir que la grasa sea transparente con un tono dorado muy claro.

Lo siguiente será triturar nuestros frutos secos, lo más tradicional y extendido es usar pistachos por su colorido contraste, pero la receta original era con nueces. En realidad puedes usar el fruto seco que más te guste. 

No es necesario hacerlo polvillo, con que esté un poco cascado vale, puedes usar un mortero o un procesador de alimentos.

También puedes usarlos enteros si prefieres, sobre todo si son pequeños como los pistachos, las nueces es mejor cascarlas un poco.

Ve poniendo varias capas de masa y si escoges añadir queso, puedes poner algo de queso crema natural tipo philadelphia o unas lonchas de mozarella freca y bien escurrida.

Sobre el queso puedes añadir los frutos secos, cascados o enteros, como prefieras, pero que no sean trozos muy grandes, en realidad mientras más cascadito es más agradable a la hora de comer.
Nosotras vamos a usar unas bandejas pequeñas para el horno, pero si tienes bandejas bajitas más amplias es lo ideal. Extiende el queso y los frutos secos casi hasta el filo en lo posible. Si no hazlo a medida de tu molde y luego ve doblando las hojas hasta formar un paquete aplanado.

Sigue añadiendo capas de masa hasta conseguir una altura de aprox. un dedo y medio o dos entre todo, mientras más capas mejor!! 

Recuerda que la bandeja que uses debe ser de metal preferentemente y no tener capa antiadherente, la masa se corta dentro del molde y podemos dañarla con el cuchillo. Con una bandeja fina de acero inoxidable nos vale. Hay bandejas de pizza que os pueden servir, si no las tienes redondas, también puedes usar rectangulares. Nosotras hemos usado unas bandejitas antiguas de pimpi.

Corta con cuidado sin llegar a los filos para que no se te desarme, lo tradicional es cortarlo a rombos o triángulos.

Cubre bien con mantequilla y mueve el molde para que se extienda bien por todas las capas. De lo contrario tendrías que ir untando de mantequilla cada capa por separado conforme las vas montando, de esta forma es más fácil y rápido. Hornea a 160-175º aprox durante unos 20min a media altura hasta que esté bien dorada, al ser el molde finito, se cocina uniforme. Si tu baklava es más grande quizás necesites  algo más de tiempo. 

Una vez fuera, puedes escurrir el exceso de mantequilla si fuese necesario.

Ahora cubre con el almíbar. Si lo haces de azúcar invertido, recuerda usar sólo limón en la mezcla y que lo puedes aromatizar añadiendo un palito de canela mientras lo haces. Si prefieres usar el de miel, diluyela poco a poco con un poco de agua templada para que no pierda sus propiedades hasta que consigas la consistencia deseada. No te preocupes si te sobra almíbar, lo puedes guardar en el frigo durante bastante tiempo y te servirá para más recetas.

En esta parte de la receta es cuando los turcos pasan la bandeja a los fogones giratorios mientras añaden el almíbar. 

Cúbrelos bien y deja reposar hasta que enfríen, el almíbar se irá colando por todas las capas. Una vez frío, vuelve a repasar los cortes con el cuchillo para separarlos bien, esta vez llegando a los filos. 

Sírvelo una vez frío con tu té o café favoritos, es realmente una delicia, con queso o sin queso y con el fruto seco que prefieras. Además de la masa filo en hojas, se vende en paquetes de formato fideos, para usar esta masa hay que impregnar bien los fideos con la mantequilla antes de montar las capas. Luego se corta directamente para servirlo.

Esperamos que te animes a probarlo y veas que es muy fácil hacerlo. Puedes encontrarlo comercializado en algunos supermercados, pero a precios bastante altos y la calidad es regulera, nada comparable al casero. Nos vemos a la próxima receta!!!