La trama abarca desde la guerra civil española, hasta los últimos años del franquismo, donde el hijo de una payaso, intenta retomar el trabajo de su padre, haciendo de payaso tonto, en un circo en el que el payaso listo, es el rey. La relación extraña de los dos payasos, se enturbia cuando los dos luchan por la misma mujer, algo que les llevara a cometer actos de locos o "payasadas salvajes".
Sin duda, la gran sorpresa de la película, es Carlos Areces, que se sale de su tono de comedia habitual, y compone un personaje muy dramático, con tintes de comedia, como si fuera uno de los mejores payasos tristes. El resto del cast, esta bien y cumple, donde también podemos destacar a Antonio de la Torre, y su macabro payaso. La que más falla, es Carolina Bang, no he podido llegar a creerme, que una mujer de su talla, pueda encandilarse de un personaje como el que interpreta Carlos Areces: un fracasado en la vida.
La puesta en escena y los efectos especiales, están muy cuidados, y son muy del cine de Alex, por lo que en este punto la película es un acierto. La banda sonora, también es para rescatarla, desde la mítica canción de Raphael, que le da sentido a las aventuras de Carlo Areces, hasta el numerito que se marca Carolina Bang, en cierta escena.
En definitiva, una película que me ha gustado, aunque no tanto como yo me esperaba, por lo que en parte me decepciona. Y que como he dicho antes, te tiene que gustar el cine de Alex de la Iglesia, sino, no le encontraras mucho sentido a la película, que por cierto ha tenido que costar bastante dinero, para quedarse a medias y resultar tan personal.