Tras un duro estreno en Venecia, donde Alex de la Iglesia conseguía unas desconcertantes críticas, el vasco acaba de alzarse con el león de plata al mejor director y el premio al mejor guión de la 67º Mostra de Venecia.
El director español, que recogió el premio al mejor guión de manos del compositor Danny Elfman, declaró que era la primera vez que lo ganaba él solo, al no contar en esta película con su habitual Jorge Guerricaechevarría.