Juan Martorano.
En el día de ayer, se ha cumplido un mes de la elección de los y las integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente, y es necesario que, a un mes de esa elección, realizar un balance de este cuerpo supraconstitucional. Podemos decir, que al iniciar sus sesiones a partir del 5 de agosto del año en curso, la misma empezó “cortando rabo y oreja” como se diría en el argot taurino: Destitución de la Fiscal General Luisa Ortega Díaz por la comisión de faltas graves en el ejercicio de sus funciones; la emergencia dentro del Ministerio Público; la subordinación de las otras ramas del Poder Público Nacional salvo el Legislativo al poder originario y la ley contra el odio, el fascismo y la convivencia pacífica son muestras este primer mes de la Asamblea Nacional Constituyente. Pero ya lo advertíamos, la victoria táctica obtenida el 30 de julio no debía deslumbrarnos, porque el descontento y malestar de la población aún sigue presente, e incluso se ha incrementado. La agenda política ha privado en la Constituyente, y eso es bueno. Pero el tema económico ha sido una de las materias pendientes, y en artículos anteriores lo expresábamos: el estómago y la enfermedad de la gente no espera. A un mes de la elección de esta Asamblea Nacional Constituyente, sin duda el país entró en paz. Pero si no se adoptan las medidas que el pueblo espera, como lo señala don Luis Britto García, la esperanza de la Constituyente pudiera convertirse en desesperanza, y todo lo logrado hasta ahora lo pudiéramos perder en un instante. A un mes de esta elección, hay una percepción de lentitud en la adopción de las respuestas de este cuerpo supraconstitucional en las necesidades de nuestro pueblo. Esto, indudablemente, nos pudiera afectar de cara a los comicios regionales a celebrarse en el mes de octubre, además de la posibilidad de la reanudación de la violencia en el país. También en artículos anteriores, destacamos un comentario de Mario Silva, donde éste comunicador insinúo que los lobbys de los poderosos pudieran estar tocando a algunos constituyentistas, para que estos no adopten decisiones importantes y que el pueblo está esperando de parte de nosotros. Recordemos lo ocurrido en la Constituyente de 1999, cuando algunos infiltrados nos metieron algunos gazapos en el texto constitucional y en decisiones constituyentes adoptadas en aquel entonces. La Asamblea Nacional adeca prometió “la última cola” y no cumplieron, la Asamblea Nacional Constituyente señaló que el 30 de julio se haría justicia en lo económico y en otros ámbitos. Pero ahora salen algunos voceros de nuestro gobierno y la revolución a señalar que no hay varitas mágicas para lo económico. Comparto plenamente el planteamiento de Britto García: “No está el pueblo a la espera de varitas mágicas que de hoy a mañana solucionen los graves problemas complejos de la economía, sino contundencia contra los que día a día juegan con el estómago y la tranquilidad del venezolano, contra los que día a día nos convierten el salario en sal y agua, contra esos criminales que convirtieron en un drama conseguir la medicina de los enfermos”. ¿Será que volverá el “voto castigo” del 6 de diciembre de 2015? Usted amiga lectora y usted amigo lector tendrán la última palabra. ¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen! ¡Independencia y Patria Socialista! ¡Viviremos y Venceremos! ¡Hasta la Victoria Siempre!Abogado, Activista por los Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC).
jmartoranoster@gmail.com @juanmartorano