Camaradas,
Se cumple el día número 114 de la Batalla de Inglaterra. Según algunos historiadores, el día de hoy marca el final de la campaña de ataques continuos por parte de la Luftwaffe. No tanto por la acción de la RAF; que continúa siendo impotente a la hora de contrarrestar los ataques nocturnos de la Luftwaffe, sino más bien por las condiciones meteorológicas adversas que a partir de hoy y de manera casi ininterrumpida se cernirán sobre Gran Bretaña. Es hora, por tanto, de hacer un balance.
Si hacemos caso a las informaciones manipuladas de nuestros enemigos, durante los combates y las operaciones aéreas de la Batalla de Inglaterra hasta el momento, han sido derribados más de 1.900 aviones de la Luftwaffe y más de 1000 de la RAF. Durante este mes de octubre se han producido 783 ataques alemanes, de ellos 322 contra Londres. Desde el comienzo de la campaña aérea contra Inglaterra han perdido la vida 15.000 civiles ingleses. Tan sólo durante este último mes, los bombardeos de la Luftwaffe han causado 6.350 muertos y 8.700 heridos entre la población civil londinense.
En Londres, el Gobierno ha decidido liberar del servicio en el Ejército a 5.000 obreros de la construcción para intentar hacer frente a las urgentes tareas de reparación de los daños provocados por las bombas. En Londres, 60.000 edificios han quedado inhabitables, 130.000 dañados y 16.000 totalmente destruidos. Se estima que en el Extremo Este, tres cuartas partes de las casas se encuentran en ruinas.
Hasta ahora tan sólo 7.000 personas han sido realojadas por las autoridades locales de las más de 250.000 personas que se han quedado sin casa. No se va a convocar a más obreros salvo nuevo aviso. Mientras tanto, 5.000 hombres del Cuerpo de Ingenieros se están encargando de limpiar los cascotes. Los “Centros de Descanso” de Londres están abarrotados con 25.000 personas sin hogar que acuden en busca de cobijo cada noche.
El sistema de transportes de la ciudad ha quedado colapsado como resultado de los ataques nocturnos de la Luftwaffe. Los ferrocarriles en particular han quedado especialmente malparados, y no sólo las vías que llegan hasta los muelles, sino que todas las estaciones de pasajeros también han sido bombardeadas con regularidad. Esta última semana le ha llegado el turno a la estación de St Pancras y a la estación Victoria, habiendo quedado ambas reducidas a escombros.
Para los viajeros londinenses, los servicios de ferrocarril, en especial en la Red Sur, a menudo terminan en los suburbios, y los que acuden a trabajar se enfrentan cada día a nuevas sorpresas en la búsqueda de nuevas rutas para llegar hasta sus oficinas. Las bombas sin explotar que obligan a cerrar muchas calles se añaden a la frustración de los civiles, quienes ven cómo las rutas de los autobuses se tienen que desviar una y otra vez. La Luftwaffe ha bombardeado tantos autobuses y tranvías que los londinenses cada día descubren nuevos modelos y colores en sus calles, al haber tenido que tomar prestados las autoridades vehículos de lugares tan lejanos como Aberdeen y Exeter.
El servicio de Metro también ha quedado interrumpido por las bombas. Cuatro estaciones han sido alcanzadas, habíendose llevado la peor parte Balham, donde 600 personas que habían buscado refugio en su interior quedaron sepultadas por una riada de escombros cuando la carretera y tuberías de agua que discurrían sobre sus cabezas se hundieron y ahogaron a 64 de ellas.
Bomben auf England!