Narrativa extranjera contemporánea
Desde autores consagrados, como Kate Atkinson y Wajdi Mouawad, a nuevas voces como Courtney Collins, TaraShea Nesbit y Nickolas Butler. Una vez más, las novelas escritas en inglés ganan por goleada.
- Ánima, de Wajdi Mouawad.
- Diez gansos blancos, de Gerbrand Bakker.
- Americanah, de Chimamanda Ngozi Adichie.
- Una y otra vez, de Kate Atkinson.
- Las esposas de Los Álamos, de TaraShea Nesbit.
- Un mal día para nacer, de Courtney Collins.
- Canciones de amor a quemarropa, de Nickolas Butler.
- El vigilante, de Peter Terrin.
Destacan las nuevas voces, de diversos registros y muy interesantes, aunque también hay autores más que consolidados y con gran éxito entre los lectores, como Marian Izaguirre y Alejandro Palomas.
- Una madre, de Alejandro Palomas.
- Inercia, de Ariadna G. García.
- Los pasos que nos separan, de Marian Izaguirre.
- Si supieras que nunca he estado en Londres, volverías de Tokio, de María Sirvent.
- Medea en los infiernos, de Diego Vaya.
- El amor que nos vuelve malvados, de Marina Sanmartín.
Nuevamente, predominio claro de los anglosajones, que abarcan muchos géneros (novela gótica, de costumbres, iniciación, etc.), aunque también hay un lugar para dos clásicos de la literatura japonesa y brasileña (Tanizaki y Lispector, respectivamente), además de algunos rescates de autores europeos olvidados.
- Los niños se aburren los domingos, de Jean Stafford.
- Sapphira y la joven esclava, de Willa Cather.
- Siempre hemos vivido en el castillo, de Shirley Jackson.
- La muerte de la bien amada, de Marc Bernard.
- La flor azul, de Penelope Fitzgerald.
- La chica de ojos verdes, de Edna O'Brien.
- Marlene Dietrich, de Franz Hessel.
- La llave, de Junichiro Tanizaki.
- Lazos de familia, del volumen Cuentos reunidos de Clarice Lispector.
- Problemas del primer mundo, de Laura Pacheco.
- La oficina en The New Yorker, de VV. AA.