Los balances anuales de El Pedal no podían dejar afuera a Fabian Cancellara y Tony Martin, quizás los dos mejores rodadores del pelotón internacional. Durante el 2013 se empeñaron en monopolizar con inigualable autoridad cada una de las pruebas que disputaron en su especialidad.
A sus 32 años y con un extenso palmarés, el pedalista suizo del RadioShack-Leopard continúa cosechando éxitos. Tras un discreto 2012 que sembró rumores sobre su estado de forma, Cancellara demostró en 2013 que sigue siendo el rodador más fuerte y versátil del pelotón internacional, prácticamente imbatible en las clásicas de primavera. Por su parte, con 28 años el alemán del Omega Pharma-Quick Step revalidó lo obtenido en el pasado y ha dejado de ser una promesa para transformarse en el amo y señor de la contrarreloj. Si alguna vez alguien pensó que los buenos años de Martin podían ser algo excepcional, estaba equivocado.
Los comienzos del año no parecían promisorios para Cancellara. En Strade Bianche consiguió la 4ta. posición tras los pedalistas del Cannondale, Moreno Moser y Peter Sagan, así como del italiano Rinaldo Nocentini (Ag2r-La Mondiale). Días después, en la contrarreloj individual del Tirreno-Adriático fue superado por Martin y terminó sólo 3seg. antes del keniata Chris Froome (Sky). La Milano-San Remo ayudó a sembrar más dudas, cuando debido a fallas en su estrategia de carrera, fue derrotado sorpresivamente por Gerald Ciolek (MTN-Qhubeka) y superado otra vez por el joven Sagan.
Sin embargo, Cancellara sólo estaba calentando piernas. Cinco días después, le sacó más de 1min. a Sagan en la Prijs Vlaanderen-Harelbeke, obteniendo la primera clásica de su eterna primavera. La semana siguiente, repitió liderazgo cuando volvió a ganarle por más de 1min. al esloveno en el Tour de Flandes, quien no pudo seguirle el ritmo en los sinuosos caminos adoquinados. Su cadencia en Paterberg, a 14km. de la meta, fue sencillamente inapelable. Estos resultados comenzaron a candidatearlo para la máxima clásica: Paris-Roubaix. Y el suizo no hizo más que confirmar su supremacía. Cuando aceleró el ritmo a falta de 30km. solo el novel Sep Vanmarcke (Blanco) pudo seguirlo, para caer derrotado en el sprint final.
Tras las contundentes victorias en las clásicas primaverales, Cancellara reeditó su hegemonía en el campeonato suizo de contrarreloj e incluso terminó 10mo. en la versión rutera. Además, quedó 2do. en la lucha individual contra el crono de los Tour de Austria y Polonia. Para cerrar el año, en la Vuelta a España lideró al RadioShack hasta la 2da. posición en la contrarreloj por equipos y en la individual se llevó el triunfo por más de 30seg. respecto a su máximo rival, Tony Martin.
El alemán comenzó el año llevándose la Vuelta de Algarbe gracias a su actuación contra el crono en la última etapa. Martín repitió su liderazgo en las etapas contrarreloj de las siguientes Tirreno-Adriático, Vuelta al País Vasco, Tour de Romandía, Tour de Bélgica (llevándose la general), Critérium Dauphiné y Tour de France. Es decir, entre febrero y julio Martin ganó todas las etapas contrarreloj de todas las competiciones en que participó. La única que perdió, y que fue durante la Vuelta a España, lo hizo nada menos que ante Cancellara.
Para coronar su supremacía contra el crono, Martin obtuvo el campeonato mundial por tercer año consecutivo, frente a dos oponentes de la talla de Cancellara y Bradley Wiggins, y también la prueba por equipos.
Cancellara y Martin son de los más dedicados y profesionales pedalistas que ha dado el ciclismo en los últimos años. El suizo ha sido medallista olímpico en dos oportunidades, medallista mundial en otras seis, multi-campeón de contrarreloj, portador del maillot de líder en las grandes vueltas y ganador del Milán-San Remo, Tirreno-Adriático, Tour de Flandes y Paris-Roubaix (estas últimas, dos y tres veces respectivamente). El palmarés del alemán no es tan extenso, pero cuenta en su haber con la triple corona mundial consecutiva contra el crono, además de la triple corona alemana y la Paris-Niza en 2011.
Sin embargo, el principal mérito de ambos es que a pesar de que pocos pueden pedirles más de lo que han hecho hasta ahora, siguen preparándose para dar lo máximo en cada competición. Dos verdaderos monumentos de la historia ciclista, cuyos desempeños en 2013 no podían pasar por alto los balances anuales de El Pedal.