Una ballena Franca Austral se encontraba al punto de la asfixia con una bolsa plástica por culpa de la suciedad y contaminación humana, la ballena se acercó a una embarcación para pedir ayuda, al comienzo los jóvenes hombres que se encontraban en el pequeño barco no entendían lo que pasaba pero luego de darse cuenta de que el magnífico animal rodeaba la embarcación, no se alejaba y daba pequeños empujones al barco y tras mirarlos a los ojos y mostrarles la bolsa que tenía atorada consiguió que uno de ellos se la retirara.
Los dos jóvenes pescadores protagonistas de la aventura Michael Riggio e Ivan Iskenderian, jamas se imaginaron que su historia daría la vuelta al mundo:
La ballena “se nos acercó un par de veces, sacaba su cabeza fuera del agua. Y pudimos ver que tenía una bolsa de plástico y líneas de pesca atascadas justo en su boca, nos pareció como si pidiera que se los retiraran. La ballena Fue muy explícita, sacando sus ojos fuera del agua y mirándonos” dijo uno de los jóvenes.
Ivan Iskenderian logró acercarse al enorme cetáceo y retirarle la red de líneas de pesca y el plástico de la cabeza. Luego de esto no lo podían creer, estaban riendo, asombrados por lo que les había pasado.
Finalmente y después de retirarle el plástico, la ballena pareció mostrar su agradecimiento golpeando el agua con su aleta y se alejo.