Balneario de Mondariz diseña para San Valentín un masaje de piedras calientes como tratamiento sensorial contra el estrés

Por Termalistas @Termalistas


Masaje con Piedras Calientes

San Valentín en pareja, con la total sincronización de las terapeutas, o en solitario, recupera la tradición termal de los romanos y celtas muy presente en la villa gallega.
Los antiguos romanos y celtas ya conocían los beneficios del masaje con piedras calientes como complemento de las termas. Un tratamiento que nos une con la naturaleza al combinar el agua y las piedras en un ejercicio sensorial cuerpo-mente. Su utilidad es muy amplia: elimina toxinas, potencia el metabolismo, alivia dolores menstruales y de espalda, reduce el estrés, relaja y ayuda a conciliar el sueño, combatiendo el insomnio). También elimina la hiperactividad mental, ya que disminuye la secreción adrenal, permite bajar el ritmo respiratorio, regula la presión arterial y el pulso, y ayuda al cuerpo a relajarse y recuperarse. Existen distintas técnicas de terapia con piedras, y siguiendo la tradición celta y romana, Balneario de Mondariz adapta el masaje tradicional al siglo XXI, más conocido como Stone, con piedras de río. La geoterapia mineral es una manera de utilizar el poder de la naturaleza para nutrir, curar y reequilibrar, así no sólo siente el calor sanador de las piedras, sino que también se experimenta el efecto de los minerales. Y es que el calor, en combinación con el masaje que se realiza y el poder magnético que transmiten las piedras, aporta energía, oxigena la piel, revitaliza y relaja.
Durante el masaje se ponen las piedras en distintas zonas determinadas del cuerpo que son puntos energéticos, como la columna vertebral, el abdomen y la frente, lo provoca que se dilaten los vasos sanguíneos y linfáticos y que se estimule la circulación. Luego se aplica aceite y se realiza un masaje terapéutico porque las piedras no son solo un instrumento de masaje, también llevan energía espiritual.
Filosofía celta:
Balneario de Mondariz recupera la filosofía termal celta en un circuito personalizado. Un itinerario en cuyo orden reside el equilibrio de nuestro organismo, eliminando tensiones y relajando todo el cuerpo a partir de las propiedades de las aguas mineromedicinales de la villa termal.
Galicia es la tierra de agua y desde siempre mantiene una importante cultura termal. Unas condiciones ambientales únicas, una tierra rica en mineralización dan como fruto este verdadero fruto de la naturaleza. Agua como sinónimo de vida, como fuente y manantial de salud. Esta es la filosofía del Balneario Celta del Balneario de Mondariz: un circuito termal personalizado que es todo un tratamiento estimulante. Inspirado en la sabiduría ancestral de los habitantes del Castro de Troña, en la zona del Condado-Paradanta, y en nuestra propia corriente sanguínea, es un itinerario en cuyo orden reside el equilibrio de nuestro organismo. Elimina tensiones, relaja, vivifica...
Los celtas ya conocían y aprovecharon las diferentes aguas minerales del Balneario de Mondariz, no sólo como bebida en general, sino también como tratamientos medicinales para prepararse o recuperarse de las batallas en la zona en la que hoy está la villa termal pontevedresa y que ellos y romanos denominaban Villa Búrbida.
Ya en el año 863 a. de J.C. el príncipe Baldud había descubierto las propiedades curativas del agua y a partir de los tratados curativos nació lo que hoy es el circuito termal celta del Balneario de Mondariz.
El circuito termal celta incluye:
1.- Ducha efecto peling para renovar la piel.
2.- Baño colectivo cubierto con potentes chorros de agua en la zona que acumula mayor tensión, la espalda; y la que más sufre, la zona de los pies.
Sauna celta, una cueva que recrea las `pedras fermosas´ de la Galicia antigua. El tiempo que el cuerpo tarde en responder con sudoración es el mínimo que hay que permanecer.
3.- Aplicaciones de chorro a presión, un efecto de choque, provoca la reacción orgánica deseada. La piel se tersa, los músculos se hacen elásticos.
4.- Baño colectivo exterior, un baño de contrastes, frío y caliente. Inspirado en la cultura termal japonesa: cuerpo y mente en armonía.
Hora y media de tratamiento:
Este circuito se puede completar con un masaje de piedras calientes y aceites para recuperar el cuerpo y el espíritu. Todo un tratamiento que se basa en las propiedades de las piedras, las aguas y la naturaleza gallega combinadas con la filosofía celta de culto al cuerpo y salud natural.