El encuentro que enfrentaba a Osasuna-Zaragoza se suspendió por el mal estado del terreno de juego. Los operarios achicaban menos nieve de la que seguía nevando en Pamplona. El Sadar parecía más bien una estación de esquí. Sabiñanigo-Teruel corrieron la misma suerte, mientras que Eibar-Atlético llegaron a jugar sin césped. Que mala suerte la de aquellos que fueron a apoyar a su equipo al estadio en contraposición de los aparcados frente a la caja tonta o no. Nieve en el terreno de juego, ventiscas de nieve entre los jugadores y valga la redundancia, nevando nieve (¿Que si no iba a nevar?) por si fuese poco.
En el Mirandés-Racing no rueda el balón, los futbolistas necesitaban esquís para poder desplazarse por un terreno de juego donde las lineas que lo delimitan se ocultaban por el blanco, una vez más, de la nieve y cuando parecía que teníamos que seguir sumando catástrofes, el club santanderino da este comunicado:
http://www.realracingclub.es/comunicacion/actualidad/ampliar.php?Id_contenido=14759&utm_source=dlvr.it&utm_medium=twitterAparta la manta, levántate del sofá, apaga la televisión, enciende el transistor y sal a la calle a disfrutar de la naturaleza.