Baltasar, secuestro express

Publicado el 23 diciembre 2013 por Oscar @olavid25

La Adoración de los Reyes, del pintor español Luis de Morales.

Baltasar encabeza muy de largo el ranking de preferencias de los niños a la hora de decidirse por uno de los tres Reyes Magos. Un sinsentido más. Muchos infantes escuchan a sus padres con atención y deberían o cambiar de familia a tiempo o convertirse en unos racistas de tomo y lomo. Pero no. Baltasar es una apuesta segura. Más exótico, más generoso, más dispuesto a aceptar la exigencia de una Xbox Plus tal. De origen asirio, el nombre tiene difícil encaje en nuestros tiempos. A mí, me suenan Garzón y Gracián y poco más. Baltasar, por no tener, no tiene ni un día propio en el santoral. Buscas y te topas con la evidencia, el 6 de enero, como Melchor y Gaspar. Es como nacer en Nochebuena y tener que celebrar el cumpleaños a desmano. Antes, el día 5 por la tarde había que pintar a un tipo de Santutxu para la Cabalgata, ahora nos sobran candidatos, y no todos son jugadores de baloncesto. Yo lo celebro por muchas razones en las que ahora no voy a detenerme.

Hace ya horas que han devuelto la imagen de Baltasar a la plaza de Obradoiro tras un secuestro express que ha servido para denunciar las cuchillas de la valla de Melilla. Causa justa y camino intrincado. ¿Qué culpa tiene este hombre? Es cierto que el rey negro destaca como ninguno, que con el niño Jesús es una de las estrellas del Belén, pero cuidado. Ya le estoy viendo un día con otro de mano en mano, apresado por asociaciones de afectados, preferentistas, mareas rojas, verdes, blancas y naranjas, feministas que reclaman que salgamos de la Edad Media, ONGs, ucranianos/as, presos en huelga de hambre, bomberos en pelotas, prostitutas de carretera, amigos de los perros y un político convertido en Mesías, como Miguel Ángel Revilla. Atención Gobierno, aquí hace falta una ley, que esto es un desmadre.

En Mendavia también están disgustados. Ha sido una masacre. Han desaparecido Baltasar, un ángel, un pastor y una lavandera del Belén de La Carrera. Y el caganer no, porque no había. Atribuyen el hecho a una gamberrada o a una imbecilidad. Todo puede ser, pero no me imagino una causa justa en el trasfondo de esta historia navideña.

Desde la otra punta del mundo Brayan, que es de Ciudad de Guatemala y vive en Brooklyn me felicita la Navidad. Ha colgado un video precioso la ciudad en Facebook y añade “Very, very nice New York City”. Me gusta la gente enamorada de lo suyo y no me extraña el enfado de aquellos que han perdido a un rey (cuantos estarían encantados), una lavandera o un pavo del Belén. Entretanto, las Pussy Riot han salido de una cárcel rusa cuando estaban cerca de cumplir su condena por una amnistía general que ha devuelto a Rusia a los informativos mundiales. Ellas también fueron condenadas por gamberras, pero a mí me gusta que estén en la calle, sobre todo ahora en Navidad, que seguro que les importa un pito.