Baluartes por el mundo: florencia

Por Fran Teran





Florencia es sin lugar a duda la capital del arte. Por sus calles, sus callejuelas estrechas se huele a arte. Es la cuna de grandes artistas como Miguel Angel, Dante; Ghiberti; Leonardo da Vinci; Galileo; DOnatello; etc..
Sin lugar a duda el Duomo, es decir ,su catedral es imponente. Esa cúpula de brunelleschi sobre pechinas es impresionante; los mosaicos del baptisterio dejan sin palabras; el campanille del Giotto, una obra maestra y las puertas doradas del paraiso, indudablemente extraordinarias.
Además esta la plaza de la Signoria, a sus lados la galeria Uffizi con obras famosas como La primavera y el nacimiebnto de Venus de Botticelli. Toda esta plaza está decorada con una reproduccion del david de Miguel Angel, ademas de el rapto de proserpina; perseo y la medusa, etc... Es extraordinario
El puente vecchio; ect.... y ya su Toscana de alrededor; famoso el cammpo santo y su Torre de Pissa.
En fin de las ciudades más bonitas que he visto. Y ya con esta son 2 veces las que estuve. Pero sin lugar a duda tuviera que quedarme con algo, sin duda sería 4el David de Miguel Angel. "El gigante". Se situa en el museo de la Academia. Apenas etsa esa obra pero merece la pena.
De todos los museos, obras que he visto, que son la mayoria famosos; Louvre; National galery; Tatte; cairo; Prado Guggen; y un largo etc.... Si tuviera que comparar pintura y escultura, que es imposible: pero haciendo un esfuerzo, si me dijeran que escogiera la mejor obra, seria sin duda el David.
Es la primera vez que veo una obra viva, parece que respira. Aparte de apreciar la irreprimible vitalidad contenida del David en sus venas y dedos hinchados, además de su terrebilitá miguelangelesca, es decir, músculos y cuerpo en profunda tensión, se puede apreciar las mayores virtudes, miseria y temores del ser humano. es increible, parece estar vivo. Se ve ese rostro apolineo típico de la estatuaria antigua, clasica parecido a un atleta. tambien se aprecia la iconografia "clasica", por el orden gigante que introduce m.a., de representar al pequeño David momentos antes de lanzar la onda hacia el gigante Goliat, es el momento álgido. Él es sabedor que va a ganar, pero existe un ápice d duda en el fruncimiento de ceja que deja al aire una interrogación, de si ganara o no. INcreibel majestatico. Sólo por el David de la Academia, merece la pena ir a Florencia.