Del 1 al 7 agosto celebramos la Semana Mundial de la Lactancia Materna en más de 120 países. Para este evento Las Casildas lanza en Argentina una campaña con el objetivo de crear el primer Banco de Sacaleches gratuito, una red de solidaridad entre madres, entre hermanas que maternan para que todas aquellas que por razones laborales y/o médicas o de otra índole tengan que estar separadas de sus criaturas y deseen continuar con la lactancia tengan acceso a sacaleches de buena calidad que les ayuden a la extracción de leche materna que por un lado será el alimento de sus hij*s en su ausencia y que por otro lado ayudará a mantener la producción de leche.
La lactancia materna, a mi modo ver y según mi propia experiencia es uno de los pilares de la diada madre-criatura, y por ende del desarrollo emocional y físico del bebé. Proteger y garantizar este vínculo es construir un mundo basado en el amor, la nutrición y la capacidad de "darnos" al otr*, es apostar por una realidad de seres human*s satisfechos y empáticos.
Y si bien parece que la lactancia es solo cuestión de maternidades, no es verdad, la lactancia es amor y el amor nos compete y nos involucra a tod*s. No es solo responsabilidad de la madre y en el mejor de los casos del padre procurar y garantizar la lactancia, sino que es asunto de tod*s, de una sociedad que se gesta y se reinventa con el nacimiento de cada nueva criatura .
Normalizar y respaldar la lactancia es mucho más que solo respetar las decisiones de cada quien, es contribuir para que sean viables, es aportar para su construcción, es generar solidaridades y acompañamientos allí donde el sistema busca romper el tejido, allí donde el estar aisladas nos deja vulnerables y aveces rotas. Y como red que ampara es apostarle a un mundo donde primen las necesidades de l*s pequeñ*s, donde nos importe su felicidad y salud, donde el amor sea guía, donde estemos dispuest*s a involucrarnos con l*s otr*s desde el respeto, la responsabilidad, el reconocimiento y la solidaridad.
No creo que la lactancia sea la única de amar y respetar a nuestr*s hij*s, pero si tal vez la más directa y la más natural. Un bebé, un niñ* no sabe del amor de su madre por la cantidad de veces que se lo dice, ni la cantidad de horas que pasa pensando en él, el amor para un niñ* no es discurso, ni es abstracto, es cuerpo, es necesidades cubiertas, es presencia y permanencia y la mejor manera de aprender a amar es poniendo el cuerpo.
Así que ya saben, tod*s aquellas que tengan un sacaleches en desuso y deseen donarlo pueden comunicarse con Las Casildas o en su blog LasCasildas o conmigo a través del blog o en e-mail para organizarnos para buscarlo. Y también tod*s aquell*s que quieran sumarse a esta red, a esta propuesta por favor no duden en comunicarse! Entre tod*s hagamos posible lactancias respetadas! Entre tod*s hagamos otro mundo posible!