La coordinada acción de la Reserva Federal de Estados Unidos junto a otros bancos centrales no busca más que rescatar al sistema financiero y permitir la licuación de la deuda mediante la fuerte inyección de liquidez. La inyección que provocará esta nueva apertura de liquidez buscará resolver el problema gravitante que tiene la esfera monetaria, pero esto no implica una transmisión automática hacia la esfera real de la economía productiva. El ejemplo concreto lo da Estados Unidos, que tras tres planes de flexibilización cuantitativa desde 2008, no ha tenido una reactivación económica y su tasa de desempleo sigue al tope. Tal como señalé hace dos meses, los rescates a la banca no hacen más que mantener al sistema artificialmente a flote para postergar, por el mayor tiempo posible, el momento del colapso final.
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