“Verano Azul, Invierno Nuclear” es una maravilla que va del calipso de Harry Belafonte al pop electrónico, entre PASSION PIT y LA CASA AZUL, que es capaz de reflejar en un estribillo luminoso el contraste entre el optimismo y la realidad, entre la fantasía y el apocalipsis. Una auténtica gozada. Pero apenas sin tiempo para respirar, llega “El Chico Del Norte”, un tema que sumerge el pop de cámara en teclados analógicos a lo STEREOLAB, con un puente hecho a golpe de bossa, para narrar la vida de un chico del norte, un chico imaginario que el protagonista de la canción no conoce. Imagina su vida y siente una conexión con su nostalgia, su tristeza y “Un Soplo En El Corazón”, el único disco que llegó a publicar el chico del norte. “Postales De La Costa Este” saca a relucir sus influencias: las guitarras de Richard Hawley, los ritmos y coros de Phil Spector, pianos, hammonds vibrantes, clavicordios y mucha mucha reverb.
Todo ello mezclado con elegancia y preciosismo para acabar con un desarrollo instrumental que dulcifica la lounge music, una eclosión final entre jazz y sintetizadores cósmicos. La segunda cara se inicia con “Franny y Tú”, una maravilla Sunshine Pop hiper vitaminada que nos deja ecos de FLIPPER'S GUITAR y NIZA, mientras desgrana las escenas de una amistad adolescente, un verano que te marca de por vida, dos niños en las puertas de la adolescencia pasan todo el verano entre los tejados y las habitaciones, como si el resto del mundo no existiera. Después de miles de instantes inolvidables, llega el momento de la separación… Años después, sus destinos han seguido caminos muy diferentes. “¿Que Tal Copycat?” es punk pop azucarado con toques nipones e influencias del indie-pop mas acelerado (APPLES IN STEREO, FAT TULIPS, ALL GIRL SUMMER FUN CLUB, THE AISLERS SET…) en la que vuelcan toda su urgencia sobre unos teclados juguetones, para dar paso a la elegancia final de “Contra Toda Previsión”, llena de esperanza y optimismo, el tema que cierra este maravilloso Mini-LP disfruta de unos maravillosos arreglos, entre la inmediatez perezosa de la banda sonora de “Juno” y el brillo fulgurante de ACID HOUSE KINGS.
El cierre ideal y necesario a todo este viaje emocional: después del apocalipsis cotidiano, la nostalgia, el amor, el desamor, el odio… esta canción es la esperanza. Levantarse y salir a la calle, decidir que todo va a salir bien, no pensar en lo que venga después, porque sólo existe una cosa: este mismo momento y estas seis increíbles canciones.
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