La verdad es que la labor de Bob Geldof fue encomiable a la hora de poder reunirlos.
Intentar, a trevés de la música y de sus beneficios, apoyar no sólo a los más necesitados, sino a los que realmente pasaban hambre fue algo que empezó a mover conciencias.
Un bonito tema que con la producción de Midge Ure ya ha quedado como un clásico de la Navidad para todos aquellos que vivimos ese año.