Banda Aparte, un rebelde Godard por París

Por Martineznotte Alejandro Martínez Notte @martineznotte

Jean Luc Godard es uno de los exponentes máximos de la corriente Nouvelle Vague, aquella que tenía como objetivo dejar de lado las películas convencionales y crear historias llenas de espíritu y estilo propio. El cine de Gordard era revolucionario en sí, como la vida de sus protagonistas en Banda Aparte.

Godard trasladó la acción a París, una ciudad que se vuelve casi un personaje más de sus relatos. En esta historia el París que nos muestra no tiene nada que ver con la ciudad elitista que puede verse en otras películas del autor, este París es decadente y desconocido, un mundo nuevo esperando por ser explorado.

Si bien los edificios y las fachadas cambiaron mucho, todavía puede reconocerse el aspecto de las calles Rue Du Maréchal Juin y la Avenida Du Maréchal Forch, aquella por la que los protagonistas, Arthur (Claude Brasseur) y Franz (Sami Frey) conducen al comienzo de la película.

Pese a querer diferenciar su cine del norteamericano, esta relación amor-odio con Hollywood lo llevó a incluir en su película una simpática escena en la que sus personajes actúan una secuencia de El Zurdo, la película protagonizada por Paul Newman. Arthur y Franz parodian en el medio de la Avenida Maréchal Joffre el momento en el que Billy The Kid le dispara a Pat Garrett.

Al sueño de rebeldía de los jóvenes se suma Odile, una muchacha que cierra el triángulo amoroso de la historia. Mientras conducen pasan de largo por un gran edificio, donde hoy se encuentra el restaurante Les Fontaines de Saint-Maurice. Se puede reconocer también la fachada de la Parroquia Saints-Anges allí cuando Franz le cuenta a sus amigos su sueño de conducir hasta Indianápolis.

En el Quai de Conti se encuentra una feria que es el lugar perfecto para comprar libros usados, allí Franz le compra a Odile aquel libro que le recuerda a ella, y se lo entrega en el Pont des Arts que atraviesa el Siena.

Sin duda la escena más famosa de la película es la que tiene a los tres protagonistas haciendo el baile de Madison, tan popular en la década de los años 50. La cómica secuencia tuvo lugar en Porte De Vincennes.

Para cerrar esta mágica aventura los tres jóvenes corren por las galerías del Museo del Louvre, en un intento por romper el récord del turista americano que recorrió todo el museo en tan sólo 45 segundos. Si bien los amigos no logran su objetivo por dos segundos, la escena se alza como uno de los momentos más recordados de la trayectoria de Godard. La peculiar narrativa del director francés fue una inspiración para muchos de sus colegas, el italiano Bernardo Bertolucci le hizo un homenaje a la secuencia del Louvre parodiándola en su película Soñadores.