Era una especie de Santa Compaña, pero en vez de traer la muerte y destrucción con guadañas y a caballo, lo hacían con trompetas, cornetas y tambores a pie.
El uniforme del regimiento es algo así como de capitanes de barco borrachos.
Empezaron atemorizando a las gentes de Agaete para a partir de 1910 aterrorizar a toda la isla de Gran Canaria. Han sido muchos los intentos de acabar con ellos, pero han demostrado ser inmortales en la batalla.
Su estrategia en la que si un soldado cae, otro lo reemplaza haciendo la ilusión de que no podían morir. Las armas consisten en tambores, trompetas y según cuentan algunos testigos, hasta platos.
Hoy en día ya no queda nadie que no los haya sufrido en los últimos 100 años, aunque ya han pasado a un segundo plano después de que los desbancara Pepe Benavente.
Y ya estaria... Difundid la palabra