Después de un trayecto de dos horas llegamos al centro de Bangkok, justo delante de la entrada principal del Palacio Real, y allí nos bajamos para comenzar a explorar esta excitante ciudad. Hay que tener en cuenta que Bangkok es una enorme urbe de más de catorce millones de habitantes donde los atascos que se forman en horas punta pueden llegar a ser monumentales, y el hecho de que el puerto comercial de Laem Chabang esté tan alejado de la ciudad, da como resultado ese largo desplazamiento.
El pequeño Buda Esmeralda, imagen dotada de poderes sobrenaturales; y detalle de los azulejos
En la segunda parte de nuestra visita a este complejo, llegamos al conjunto de tres edificios que forma el área de Phra Maha Monthian. El primero para celebrar el cumpleaños del rey, el segundo reservado para las coronaciones con el trono octogonal del rey. Nos llamó la atención el lujoso barco altar, que desgraciadamente no nos permitieron fotografiar.
Las divinidades que adornan los templos son de origen hindú. Los detalles siempre son espectaculares
Para el final de la visita dejamos el edificio del Gran Palacio,el de mayor porte de todo el complejo palaciego, y que está custodiado en todo momento por guardias que ni pestañean ni se mueven un milímetro, haciendo las delicias de los turistas que se fotografían con ellos. Curiosamente la fachada es neoclásica y construida por un arquitecto inglés, aunque los tejados son de estilo tai. Hoy en día los reyes ya no viven en este palacio, pero siguen utilizándolo para recepciones de embajadores extranjeros y otros actos oficiales.