Bangladesh: ¿Ir o no ir?

Por Javixas

Bangladesh, hasta ahora la entrada que más me está costando escribir, llevo días pensando que escribir de Bangladesh. Y quizás pueda empezar con una barbaridad que me dijo una chica de Barcelona en Calcutta: “¿Bangladesh qué es? ¿Una región de India?” No chiquilla es un país.


Pero que sabe la gente de Bangladesh, yo el primero, ¿qué sabemos de Bangladesh? Y esa es la razón principal por la que decidí ir, y la gente me preguntaba: ¿para qué vas a ir ahí? la respuesta que daba casi siempre era: ¿exactamente voy por esa pregunta, porque no ir a Bangladesh?

Y que he encontrado en Bangladesh: Gente.

Mucha mucha gente, es el país más poblado del mundo, mejor dicho, con más densidad de población por kilómetro cuadrado.

Rápidamente y mal descrito se podría decir que Bangladesh es como India en musulmán y aun más pobres. Pero bueno, es una descripción que encaja al menos con Dakha, capital de Bangladesh y la única parte que he visitado así que cualquier parecido a la realidad del país que os pueda decir es mera casualidad porque juzgar un país por su capital unos días es tarea absurda.

Pero bueno, al cruzar la frontera entre India y Bangladesh (bus a 4 horas de Calcutta) ya notas la diferencia, las caras son las mismas, los rasgos físicos los mismos, pero la mirada en los ojos quizás denota aun más desesperanza que los indios.

Son muy muy pobres en Bangladesh, ya en la entrevista personal en la embajada de Bangladesh el cónsul me pedía, mejor dicho, me rogaba por que invirtiese en su país, yo llegué a la entrevista pensando en las respuestas adecuadas y tras un tanteo me empezó a decir lo mal que está su país y lo fácil que es invertir, y lo necesario para su gente, me dijo que desde el sector turístico, textil, gobierno, exportar piñas, pero que hiciese algo por su gente, si, yo… Me fui de mi entrevista con un, “veré en que invierto…”

Y lo que vi en Bangladesh, a parte de mucha gente simpática, fueron miles y miles de Rickshaws, y quizás ese sea el rasgo más característico de esta ciudad, el caos de los ciclorickshaws, cada uno decorado es una pequeña obra de arte. Pero fueron unos días raros en Dakha, donde no me apetecía ver nada, simplemente andar y perderme por las calles, fundirme con el calor y entre las mareas de gente, y tener las conversaciones más absurdas cuando un bangladesí te pregunta “My name is?” y le miras con cara de quieres que adivine o me estás preguntando mi nombre?. Y en efecto ese es el nivel que tienen de inglés, para preguntarte tu nombre te preguntan el suyo, la primera vez descoloca, después te acostumbras.

Son buena gente, quizás he sentido esa pena por ellos que nunca sentí en India, porque se les ve más inocentes, por su mirada, y por esa insistencia en agradar a cualquier momento.

Por lo demás una India musulmana y más pobre, dicho rápido y mal.