La comunidad hindú afincada en Londres puede que sea una de las cosas que más me llamó la atención al llegar a vivir a esta ciudad ya que mi primera casa estaba en uno de los barrios en los que este grupo de gente está asentada. La población hindú aquí cuenta con casi un millón de personas y esto se hace notar en los comercios, los restaurantes y como no, en algunos lugares dedicados a rituales religiosos y actos culturales.
Para llegar hasta el lo mejor es coger la línea bakerloo de metro y bajarse en la parada Stonebridge Park que se encuentra en el noroeste de Londres. Hay un par de líeas de autobús que paran justo en la puerta, el 206 y el 224.
La cronología de como esta comunidad hindú llego a plantearse la idea de la construcción de este templo es interesante. Empezaron en 1970 en una iglesia abandonada del barrio de Islington pero no les duraría mucho este emplazamiento ya que la congregación decidió desplazar su base a un pequeño y antiguo almacén de Neasden hacia 1982. Como este sitio se les quedaba pequeño, hacia 1990 empezaron a plantearse el construir el templo que hoy podemos contemplar y que fue inahugurado en 1995 relegando al antiguo almacén a una segunda posición. Éste pasaría a ser una tienda de productos indios y un restaurante vegetariano.
Para la financiación del BAPS Shri Swaminarayan Mandir la congregación contarían con ayudas de fieles y con la ayuda imprescindible de voluntarios que no solo se dedicaron a labores de construcción sino que también organizaban eventos para poder recaudar dinero.
Este templo, aunque parece pequeño, tuvo un largo proceso de elaboración. A mi una de las cosas que más me llamó la atención cuando vimos el video sobre la historia del templo fue que la piedra utilizada viniese de tantos sitios distintos. Para esta construcción se utilizó casi en su totalidad mármol indio, mármol italiano, granito de Cerdeña y piedra caliza de Bulgaria.
La piedra, una vez extraida de las canteras, se enviaba en barcos a India donde un grupo de más de 1500 artesanos habían sido contratados exclusivamente para tallar la piedra en este proyecto. Una vez la piedra estaba tallada, se devolvía en barcos a Inglaterra y ahí empezaba el trabajo de los más de 1000 voluntarios que hicieron posible la construcción del edificio.
Imagino que la construcción debió de ser como un rompecabezas ya que, como en un puzzle, los voluntarios se encontraron ante piezas que había que colocar para obtener como resultado el maravilloso edificio que vemos hoy en día.
En el templo destacan a simple vista las siete cúpulas que lo coronan y las escaleras de acceso al interior que le dan el toque majestuosos que todo templo tiene que tener.
Debajo de cada una de las siete cúpulas hay ubicado un santuario con una imagen sagrada que es adorada diariamente por los sadhus (monjes) como a dios en persona. Si os interesan los rituales podéis informaros de los horarios de los mismos para poder presenciar uno en persona. Nosotras esto no lo hicimos y no pudimos presenciar ninguno aunque lo que si tuvimos la oportunidad de contemplar fue a los feligreses haciendo sus rezos y pidiendo ayuda espiritual a sus distintos dioses.
Justo debajo de la sala principal del templo encontramos un museo en el que nos explican un poco de la historia del hinduismo y todos los logros que consiguieron personas que pertenecen a esta comunidad. He de decir que alguna cosa sonaba un poco prepotente pero mi desconocimiento en la materia me impide opinar más a fondo sobre el tema. La entrada a este museo es de 2 £ y es interesante principalmente porque te cuentan la historia de la construcción del templo.
Pero este recinto religioso no solo se compone por el templo ya que otro edificio adyacente por el que se accede a todo el complejo es el que da servicio culturalmente hablando a la comunidad y sirve de lugar de reuniones y más actividades.
Este edificio, al contrario que el Shri Swaminarayan Mandir, fue construido con más de 200 robles ingleses tallados que nada tienen que envidiar al marmol. Por esta masacre en los robledales ingleses, los fieles de este templo decidieron repoblarar las zonas afectadas con más de 2000 nuevos robles.
Alguna de las dependencias a destacar de este edificio son las zonas para dejar los zapatos (todo el mundo que accede al recinto lo tiene que hacer), una gran sala de oración en la que caben más de 3000 personas, una tienda con libros y objetos relacionados con el hinduismo y un par de zonas con alfombras bastante amplias en las que hombres por un lado y mujeres por otro se sientan a conversar.
Para acceder al recinto no se puede portar ningun bolso, mochila y nada por el estilo dejándose estas cosas en una caseta que hay justo enfrente cruzando la calle. Y otra prohibición más es que no se pueden echar fotos en el interior del complejo dejando con las ganas a más de una, yo incluida.