Bar La Esquina y los mejores momentos de mi vida

Una canción, una calle, un parque, una camiseta, un color, un detalle, un bar…

A quién no hay cosas, situaciones o lugares que le recuerdan un momento especial en su vida…

Yo tengo uno de esos lugares y como no, es un bar de Granada, por eso quedé con una de mis mejores amigas (La Indecisa), una amiga de estas que tiene una desde hace muchos años, de éstas que ya me conoce porque ha vivido millones de situaciones distintas junto a mi y que ya no se sorprende cada vez que le cuento una de esas miles de locuras que se me pasan por la cabeza.

Quería quedar con ella para que me recordara momentos buenos del pasado y por eso también quedamos en El Bar la Esquina (que hace esquina con Pedro Antonio de Alarcón y la Calle Sócrates) qué es “Mi lugar” aquél en el que me han pasado tantas y tantas cosas…

Pinchito con tomate natural

Para mí no es un simple bar de tapas de Granada es mucho más. Lo descubrí cuando estuve viviendo en la Calle Sócrates y desde entonces es una visita obligada en los momentos en que necesito estar arropada por gente cercana.

Croquetas de espinacas y de jamón

Entre tapas, cervezas, quintos de Sidra y los chistes de Paco (el dueño del Bar) he pasado los tres mejores años de mi vida. He visto los mejores partidos de fútbol, he celebrado cumpleaños, licenciaturas, puestos de trabajo, despedidas de amigos, finales de noviazgos y comienzos…

Albóndigas con patatas

La Esquina es un bar acogedor y sus camareros  son… que decir de ellos, sí son los mejores psicólogos que he tenido jamás.

Las aceitunas más buenas del mundo mundial

No podría quedarme con un sólo momento de todos los que he vivido allí. Sólo se que es uno de esos sitios en lo que me siento segura.

Salchichas al Vino

Ésta última tapa de salchichas al vino se la dedico a “La Guiri”. Paco me dio muchos recuerdos para ti y dice que te echa de menos (aunque no entiendo porqué…).

Quizá uno de los momentos más emocionantes que he vivido allí fue cuando mi amiga “La artista” se licenció, porque ya que de por sí la situación era emocionante (la tía había conseguido licenciarse) las cervecitas que ya llevábamos encima y lo emotiva que se pone ella, de vez en cuando, empezó a soltar palabras de esas que te llegan al corazón y que posteriormente se convierten en lagrimones y rimmel corrido…

¿Tenéis lugares especiales en vuestra vida?

Todo se queda en Granada